Históricamente, Microsoft y Sony se han tirado pullas generacionales con cada nueva consola: más potencia, más gráficos, más exclusivos… pero sin pasarse con el precio, claro. Las consolas siempre han vivido en ese dulce equilibrio entre rendimiento y accesibilidad. Sin embargo, según los últimos rumores, la Xbox Next está a punto de romper esa tradición a puñetazo limpio (y con tarjeta de crédito en llamas).
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Un nuevo informe de Wccftech, publicado el 1 de septiembre de 2025, filtró que la próxima consola de Microsoft podría alcanzar un precio casi el doble que su rival directa, la esperada PlayStation 6.
¿La culpable? Una pequeña bestia llamada APU “Magnus” y una estrategia de negocio que parece sacada del universo paralelo de Doctor Strange.
¿Qué lleva dentro esta Xbox, oro líquido?
Vamos por partes: la APU “Magnus” de AMD, diseñada especialmente para Xbox Next, estaría pensada para ofrecer un rendimiento más cercano al de un PC gamer de gama alta que al de una consola convencional. Hablamos de chiplets, memoria de nueva generación, y probablemente una IA que te juzga si juegas en fácil.
Todo eso suena espectacular… hasta que ves el presupuesto. Fabricar esta consola podría costar el doble que una PS5 actual, y eso, amigos, se traslada directamente al precio final.
Según el informe, Microsoft estaría considerando precios entre 800 y 1.000 euros, algo que muchos usuarios considerarían más cerca de un PC prearmado que de una consola tradicional.
Microsoft quiere ser el Netflix de las consolas... pero premium
Además del hardware, la Xbox Next vendría con un cambio de mentalidad total: permitiría instalar tiendas externas como Steam o Epic Games Store. Suena bien, ¿verdad? Sí, pero eso significa que Microsoft perdería el 30% que gana en cada compra digital de su tienda, así que ya te imaginarás de dónde sacarán esa diferencia...
La estrategia parece ser esta: olvidarse de competir directamente con Sony y apuntar a un público más hardcore, amante del rendimiento y la flexibilidad. En resumen, una consola que quiere ser un PC de salón, pero sin todas las ventajas de un PC real (como actualizar componentes o usar mods sin sudar frío).
PlayStation 6: menos revoluciones, más estabilidad
Mientras tanto, Sony se mantiene fiel a su fórmula ganadora: una consola potente, compatible con la generación anterior, y probablemente con un precio de lanzamiento en la línea de los 499 dólares/euros (o 599, con el impuesto de vivir en Europa).
La diferencia de precios podría cambiar las reglas del juego. Si Xbox apuesta por un producto caro y de nicho, y PlayStation por la accesibilidad con potencia equilibrada, podríamos estar viendo el final definitivo de la guerra de consolas tal y como la conocemos.
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¿Estás listo para pagar 1.000 euros por una consola?
La gran incógnita es cómo reaccionará el público. ¿Estarán dispuestos los jugadores a pagar lo que cuesta un portátil decente por una consola? ¿O verán a Xbox Next como un experimento interesante pero fuera de su alcance? Lo sabremos pronto, pero una cosa es segura: prepárate para sacar la calculadora… o el préstamo.

