En 2019, durante el famoso Autonomy Day, Musk decidió declarar la guerra al LiDAR, una tecnología que muchos en la industria consideran clave para la conducción autónoma. Según él, era cara, innecesaria y básicamente un error que acabaría arruinando a quien la usara.
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Tesla, como es costumbre, no se quedó a medias: dejó fuera el LiDAR de todos sus coches, Cybertruck incluido, y apostó todo a las cámaras y la IA.
¿Por qué le tiene tanta manía al LiDAR?
El LiDAR (Light Detection and Ranging) no es ninguna tontería: lanza pulsos láser para crear un mapa 3D del entorno, ve bien con lluvia, niebla, poca luz y detecta cosas que las cámaras pueden pasar por alto. Es como tener ojos láser. Waymo, Cruise y varios fabricantes asiáticos lo usan sin pensárselo dos veces.
Pero Musk tenía otra idea. El mundo está hecho para ojos humanos, así que usar cámaras —como hacemos nosotros— debería bastar. Además, es más barato, el diseño se simplifica y te evitas que los sensores se peleen entre sí. A nivel técnico y económico, suena genial.
El problema: el mundo real
La apuesta por solo usar cámaras ha tenido altibajos. Incluso Andrej Karpathy, exjefe de IA en Tesla, admitió que el LiDAR “ve mejor” en ciertas situaciones. Reflejos raros, sombras confusas, o paredes falsas (literalmente) pueden engañar a las cámaras.
Y sí, la famosa prueba de Mark Rober —esa en la que Tesla casi se choca contra una pared que no existía— dejó muy mal parado al sistema.
El Cybertruck ha mejorado en estos aspectos, gracias al avance del software, pero sigue teniendo puntos débiles que el LiDAR podría haber cubierto. Muchos expertos critican esta decisión y no todos creen que Tesla vaya por el camino correcto.
¿Y las predicciones de Musk?
Cuando Musk hizo su declaración, auguró que cualquier empresa que usara LiDAR acabaría en bancarrota. Spoiler: no ha pasado. De hecho, empresas como Waymo siguen vivas y coleando, y hasta tienen servicios de robotaxis funcionando en varias ciudades.
Y claro, el rechazo radical al LiDAR no es un caso aislado. Según su biógrafo Walter Isaacson, Musk tiene un historial de tomar decisiones que van a contracorriente, ignorando muchas veces las recomendaciones científicas.
Lo vimos también con su IA Grok, que tuvo problemas serios difundiendo información falsa y contenido extremista. Y con la IA de xAI, que incluso llegó a inventarse crímenes ficticios de deportistas.
Entonces… ¿Musk se equivocó?
Es complicado. Por un lado, las cámaras + IA han mejorado muchísimo. Por otro, el LiDAR sigue ahí, funcionando bien y salvando el día en más de una situación. Y ningún fabricante que apostó por él ha sido “condenado” como predijo Musk.
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Al final, lo que decidirá el futuro de los coches autónomos no serán las frases impactantes, sino los resultados reales. Tesla sigue afinando su modelo de “visión pura”, mientras el resto de la industria prefiere la ruta mixta: LiDAR, cámaras, radar… lo que haga falta para que los coches vean mejor que nosotros.