La mítica Commodore 64, esa reliquia ochentera que muchos creían extinta, vuelve al presente con esteroides tecnológicos. Y no, no es solo un adorno retro para decorar tu escritorio: estamos hablando de una consola real, funcional y cargada de nostalgia que mezcla lo mejor del pasado con conexiones modernas.
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Una leyenda que se resiste a morir
En 1982, la Commodore 64 revolucionó el mundo de los ordenadores personales y vendió más de 17 millones de unidades (¡una locura!). Desde entonces, su nombre quedó grabado en los corazones de miles de gamers que programaban en BASIC y jugaban títulos pixelados que hoy son pura historia.
Y ahora, tras más de 40 años, la C64 vuelve en su edición “Ultimate”. ¿El plan? Resucitar la experiencia original pero sin sacrificar compatibilidad con los gadgets modernos. Porque sí, ahora podrás conectar un HDMI y hasta usar USB.

Lo vintage se moderniza
La nueva Commodore 64 Ultimate no es un simple homenaje. Esta belleza cuenta con:
- Una FPGA AMD Artix 7, que recrea fielmente el hardware original
- 128 MB de RAM DDR2 (bastante más que los 64 KB de la original, por cierto)
- 16 MB de almacenamiento Flash para el sistema
- HDMI, puertos USB, Wi-Fi, Ethernet y ranura microSD
- Puertos para joysticks antiguos, cintas, disqueteras... y más
Además, será compatible con más de 10.000 juegos clásicos, y para que no empieces de cero, incluye un USB de 64 GB con 50 juegos oficiales. ¡Solo conecta y juega como en los viejos tiempos!
Precio y lanzamiento
La edición básica arranca en 300 €, mientras que la edición “Fundador” sube hasta los 470 € (sin impuestos). Ambas pueden reservarse desde ya en la página oficial de Commodore y empezarán a entregarse a partir de octubre de este año.
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Si ya estás pensando en conectarla a tu pantalla plana y echarte unas partidas como si fuera 1985, no estás solo. Esta joya retro llega para quedarse y demostrar que lo clásico nunca pasa de moda.

