Imagina esto: ¿cuánto tardas en descargar una película de Netflix en 4K? ¿Minutos? ¿Horas, si tu conexión es de esas “románticas”? Pues en Japón, acaban de redefinir lo que significa “rápido”. Un equipo de investigadores de una universidad japonesa ha logrado una velocidad de internet tan alucinante que, si la tuviéramos en casa, podríamos descargar absolutamente todo el catálogo de Netflix en menos de un segundo. Sí, leíste bien: ¡un segundo!
Lee también: La intrigante película repleta de suspenso que recién llegó y está arrasando en Netflix
La velocidad más allá de la imaginación: 1.2 Petabits por segundo
La noticia, que nos llega desde Computer Hoy, es de esas que te hacen cuestionar la realidad de tu propia conexión a internet. Los investigadores lograron una velocidad de transferencia de datos de 1.2 petabits por segundo (Pbps). Para ponerlo en perspectiva, un petabit son 1.000 terabits, y un terabit son 1.000 gigabits. Esto es 120.000 veces más rápido que la conexión de fibra óptica más veloz que una familia promedio podría tener hoy.

¿Qué significa esto en términos prácticos?
- Todo Netflix al instante: El catálogo completo de series y películas de Netflix podría ser tuyo en un parpadeo. No hablamos solo de descargar; hablamos de aniquilar el concepto de espera.
- Adiós a la latencia: Juegos en línea sin lag, videollamadas con cero retraso, realidad virtual y aumentada tan inmersivas que la línea entre lo real y lo digital se desdibujaría.
- Un nuevo mundo para la ciencia y la investigación: Transferir bases de datos gigantescas, modelos climáticos complejos o información genética masiva dejaría de ser un cuello de botella para la investigación científica global.
El avance se logró utilizando fibra óptica con múltiples núcleos y nuevas técnicas de modulación de señal, exprimiendo al máximo la capacidad de la luz para transmitir datos. Es un salto gigante que demuestra el camino que tomará la infraestructura de internet en el futuro.
¿Por qué Japón siempre va un paso adelante en internet?
No es la primera vez que Japón nos sorprende con velocidades de internet de otro nivel. El país tiene una reputación de estar a la vanguardia en infraestructura de telecomunicaciones. Esto se debe a varios factores:
- Inversión constante en I+D: Las universidades y empresas japonesas invierten fuertemente en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de transmisión de datos.
- Densidad poblacional y urbanización: La alta densidad en las ciudades facilita el despliegue de infraestructuras de fibra óptica avanzadas a un costo por usuario más eficiente.
- Políticas de fomento: El gobierno japonés ha impulsado políticas que promueven la expansión de la banda ancha ultrarrápida y la innovación en redes.
- Competencia en el mercado: La fuerte competencia entre los proveedores de servicios de internet empuja a la innovación y a ofrecer velocidades cada vez mayores para atraer a los usuarios.

Mientras en muchos lugares se sigue debatiendo la viabilidad de la fibra en zonas rurales o la cobertura 5G, en Japón ya están pensando en cómo mover petabits de información por segundo.
El impacto de una internet de esta velocidad en nuestro futuro
Aunque estas velocidades récord están aún en fase experimental y no llegarán a nuestros hogares mañana, marcan la dirección. Este tipo de avances son fundamentales para el desarrollo de tecnologías que aún parecen lejanas, como el metaverso hiperrealista, la telecirugía en tiempo real a miles de kilómetros de distancia, o la Inteligencia Artificial distribuida que procesa datos instantáneamente desde cualquier punto.
La capacidad de mover cantidades masivas de datos a velocidades inimaginables es el oxígeno que necesita la próxima generación de innovaciones tecnológicas. Lo que hoy parece una cifra abstracta en un laboratorio japonés, es el germen de las experiencias digitales que viviremos en las próximas décadas. Así que, mientras actualizas tu paquete de fibra a “más o menos rápido”, en Japón ya están diseñando la autopista digital del mañana, una donde el concepto de “esperar” en internet será un recuerdo del pasado.

