OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, parece tener la mira puesta en algo más que chats inteligentes. Según fuentes cercanas, está por lanzar un navegador web con inteligencia artificial que promete rediseñar por completo la experiencia en línea, y que —de paso— pone en jaque al todopoderoso Google Chrome.
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¿Un Chrome con superpoderes de IA?
El nuevo navegador, que podría ver la luz en las próximas semanas, estaría diseñado para mantener a los usuarios dentro de una interfaz estilo ChatGPT. En lugar de hacer clic por todo internet, la idea sería resolver consultas directamente desde una conversación.
En otras palabras, el navegador actuaría más como un asistente que como una simple ventana al ciberespacio.
Y si esos 500 millones de usuarios activos semanales de ChatGPT deciden adoptarlo, el golpe para Google podría ser más que simbólico. Chrome, que domina el mercado global con más del 60% de cuota, es una pieza clave en el negocio publicitario de Alphabet.
Y si la navegación empieza a suceder dentro de una IA, ese flujo de datos tan valioso podría empezar a escaparse.
IA que actúa por ti (literalmente)
Según las fuentes, OpenAI quiere llevar su tecnología a un nuevo nivel: no solo responder preguntas, sino realizar tareas como hacer reservas o rellenar formularios directamente desde la web. Para eso, un navegador propio con acceso a los datos de navegación se vuelve clave.
El navegador estaría basado en Chromium —el mismo motor de Google Chrome, Edge y Opera— y permitiría integrar herramientas como Operator, un asistente de IA con potencial para actuar en nombre del usuario.
David contra Goliat... versión tech
Pese al entusiasmo, el desafío no es menor. Chrome cuenta con más de 3.000 millones de usuarios. Y aunque OpenAI ya tiene 3 millones de empresas que pagan por ChatGPT, la batalla por el dominio del navegador será compleja.
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Aún así, la compañía parece decidida. Ya contrató a ex ejecutivos de Google Chrome, barajó la idea de comprar el navegador si la justicia forzaba su venta, y ahora apuesta por construir uno desde cero para tener más control sobre los datos y la experiencia.