Tener sueños mientras dormimos es una de las acciones más comunes de los humanos. La ciencia ha intentado registrar el comportamiento de cerebro mientras esto ocurre, y han llegado a la conclusión de que es una reacción del subconsciente cuando estamos en nuestras horas de descanso.
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Los sueños no son exclusivos de los humanos. Diferentes estudios científicos han encontrado que algunas especies de animales podrían tener una reacción en sus cerebros mientras están durmiendo.
¿Cuáles son los sueños más comunes? Eso fue lo que se preguntó la startup tecnológica Simba, que realizó lo que se conoce como el primer Censo de Sueños en el Reino Unido. Encuestaron alrededor de 2.000 personas en territorio británico, para llegar a una conclusión de cuáles son los sueños que más se repiten entre la gente.
Los primeros análisis encuentran que una gran parte de la población está sometida a niveles enormes de estrés, escapismo y ansiedad; sensaciones que alimentan las pesadillas más recurrentes de la población.
Los sueños más recurrentes
De acuerdo con lo que reseña Daily Mail, el estudio reveló que una de cada cuatro personas adultas se ve atrapada en sueños generados por la ansiedad, en los que predominan escenas de persecuciones, desorientación o la desesperación de llegar tarde a un lugar importante. Estas experiencias nocturnas reflejan una mente inquieta y sobrecargada, que sigue procesando preocupaciones incluso durante el descanso.
En contraste, casi una cuarta parte de los encuestados aseguró disfrutar de sueños más esperanzadores, donde el romance, la aventura y los logros personales pintan un escenario mucho más optimista. Estos paisajes oníricos ofrecen una vía de escape a un mundo idealizado y emocionante.
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El estudio también arrojó diferencias entre géneros: las mujeres son más propensas a tener sueños marcados por el estrés, mientras que los hombres tienden a sumergirse en tramas más surrealistas, fantásticas o fuera de lo común.
Entre los sueños más frecuentes destacan dos: los reencuentros con personas del pasado y aquellos centrados en la intimidad emocional o romántica. De hecho, un 13% de los participantes afirmó haber vivido ambas situaciones en sus sueños.
Sin embargo, las pesadillas no se quedan atrás. Ser perseguido, perderse o sentirse atrapado constituyen la tercera categoría más común, mencionada por un 11 % de los encuestados.
Además, un 6 % aseguró experimentar la angustia de caer al vacío o quedarse inmóvil, mientras que un porcentaje similar describió el placer de volar o flotar, como si escaparan de la gravedad y, con ella, de los problemas del día a día.
