Por cuestiones de tiempos y de épocas, al Papa Francisco le tocó ser el líder de la Iglesia Católica con mayor contacto con la tecnología hasta la fecha. Pudo esquivarla y dedicarse a predicar su mensaje religioso. Sin embargo, el sumo pontífice no ignoró las herramientas digitales y las usó en favor de lograr un impacto masivo en la juventud, hasta el punto calificarlas como un “regalo de Dios”.
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El Papa Francisco murió este lunes 21 de abril, a sus 88 años, y es por eso que en FayerWayer hacemos un recorrido por su profunda relación con la tecnología. Fue un Papa al que, a pesar de su edad, no le costó agarra un celular, tuitear. Durante su papado impulsó el uso de las plataformas digitales en los canales oficiales del Vaticano.

La cuenta de Twitter más seguida del mundo
En febrero del 2012, antes de la llegada del Papa Francisco a la dirección de la Iglesia Católica, el Vaticano abrió diferentes cuentas en la red social, para entonces llamada Twitter. Pero no fue hasta su nombramiento que comenzaron a tomar relevancia.
Respetando los mensajes de la religión, las cuentas de la ahora llamada X se movieron de una manera impresionante para la juventud, alcanzando un número que superó los 50 millones de seguidores. En su momento, fue la cuenta más seguida en la red social de Elon Musk.
La inteligencia artificial y el Papa Francisco
Debido a su figura como persona influyente del mundo, el Papa Francisco fue objeto de ilustraciones generadas por la inteligencia artificial. Plataformas como Midjourney o DALL-E fueron la base de imágenes en donde Jorge Bergoglio aparecía en entornos, que claramente no eran los naturales de él.
Imágenes en las que aparece bailando o fotos en las que viste un abrigo de color blanco, creadas por la IA, se hicieron virales en las redes sociales. Lejos de molestarse, el Papa Francisco reflexionó sobre el uso de esa nueva tecnología en el mundo.
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En su momento, hizo un llamado a que con la inteligencia artificial "no se introduzca una lógica de violencia y discriminación en la producción y el uso de tales dispositivos, a expensas de los más frágiles y excluidos“.

Hizo un llamado “urgente" sobre la “necesidad de orientar el concepto y el uso de la inteligencia artificial de manera responsable para que esté al servicio de la humanidad y la protección”, exigiendo que “la reflexión ética” se debe extender “al ámbito de la educación y el derecho“.
