Con el lanzamiento del nuevo iPhone 16e, Apple ha introducido un componente innovador, el módem C1, diseñado y fabricado íntegramente por la compañía. Este movimiento estratégico representa un hito crucial, ya que la compañía de la manzana se independiza de Qualcomm, su proveedor tradicional de módems, y consolida su control sobre la producción de sus dispositivos.
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Como ocurriera hace cinco años con los chips de la serie M, que reemplazaron a los de Intel, Apple busca obtener mayores beneficios al fabricar sus propios componentes. Esta decisión no solo promete un rendimiento superior y una mayor eficiencia, sino que también reduce los costos y elimina la dependencia de terceros, asegurando un suministro constante y sin interrupciones para su amplia gama de productos.
Apple ha anunciado una inversión sin precedentes de más de 500.000 millones de dólares en los Estados Unidos durante los próximos cuatro años. El objetivo principal es expandir sus instalaciones y equipos de trabajo en diversas ubicaciones del país para satisfacer la creciente demanda de sus productos. Además, la compañía planea construir una nueva fábrica en Texas y establecer una academia de manufactura, así como invertir en inteligencia artificial y en el desarrollo de Apple Silicon y los nuevos módems C1.
Cabe señalar que su implementación no se detendrá ahí, pues el analista Mark Gurman ha mencionado que el módem C1 no solo se incorporará en los Mac, sino que también estará presente en las Vision Pro. Todo indica que Apple tiene la intención de utilizar este componente en todos sus dispositivos, consolidando su ecosistema y garantizando una conectividad óptima en todos sus productos.
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Los problemas con Qualcomm habrían acelerado el desarrollo del módem C1, ya que Apple busca evitar retrasos y errores en la producción. Al igual que con sus chips, la compañía busca tener un control total sobre el hardware de sus dispositivos, acercándose cada vez más a la creación de un producto perfecto y fabricado íntegramente por Apple. Sin embargo, la compañía aún depende de terceros para la fabricación de componentes como cámaras, pantallas y baterías.