El que es multimillonario pone la plata donde quiere. Solo que siempre suele hacerlo de manera estratégica para generar más dinero. Ese es el caso de Bill Gates, que en su rol de retirado de la dirección ejecutiva de Microsoft, sigue participando de manera pasiva en la industria corporativa.
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Medios internacionales y fuentes cercanas a Wall Street, reportan que Bill Gates invirtió 373 millones de dólares en dos empresas, que de manera indirecta compiten con el futuro que visualiza Elon Musk.
De acuerdo con una reseña de Ámbito, Bill Gates, a través de la fundación que tiene con Melinda Gates, compró 1 millón de acciones de FedEx a un precio promedio de 273 dólares por acción.
Aparte de eso, también se hizo con otro millón de acciones de Paccar por 100 dólares cada una, sumando 100 millones de dólares, sumando la cifra de 373 millones de dólares.
Los especialistas indican que esta estratégica decisión de Bill Gates apuesta por la recuperación económica de la industria del transporte terrestre, que desde la pandemia y con la desaceleración económica global, ha sido uno de los negocios mayormente golpeados.
¿Qué tiene que ver eso con Elon Musk?
Quienes conocen a detalle los planes y la visión de Elon Musk a futuro, saben que el magnate sudafricano apuesta por un servicio de transporte de carga automatizado, a través de Tesla Motors.
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La empresa de autos eléctricos desarrolla camiones de este estilo, que se conduzcan de manera independiente y autónoma, para realizar transportes de carga que prescindan del humano.
Esa idea futurista de Elon Musk recibe una especie de rechazo indirecto de Bill Gates, al apostar a esta multimillonaria inversión en el sector transporte.
Recordemos que entre estos dos personajes (más de parte de Elon Musk) hay una especie de rivalidad económica.
El magnate sudafricano dijo a principios de diciembre, que “si Tesla se convierte con diferencia en la empresa más valiosa del mundo, esa posición corta llevará a la quiebra incluso a Bill Gates”.
