Durante el evento “We, Robot” de Tesla, muchos esperaban que Elon Musk respondiera a las preocupaciones sobre la conducción autónoma total (FSD), pero en lugar de aclarar dudas o mostrar avances sólidos, Musk ofreció más promesas futuristas sin detalles concretos. Entre las grandes expectativas estaban los datos de seguridad que podrían respaldar el progreso de la tecnología FSD, pero eso no ocurrió.
Promesas de vehículos autónomos: Cybercab y conducción sin supervisión
Musk presentó el Cybercab, un pequeño vehículo autónomo que promete revolucionar el transporte urbano. Este biplaza de puertas tipo ala de mariposa podría comenzar a producirse en 2026, según Musk, con un precio inferior a 30.000 dólares. Además, Musk aseguró que la conducción autónoma total sin supervisión estaría disponible en Texas y California el próximo año.
A pesar de las promesas de un vehículo sin volante ni pedales, con una flota autónoma operada por sus propietarios, quedaron muchas preguntas sin respuesta sobre la tecnología detrás de estos vehículos. Musk no proporcionó detalles sobre los sensores, el sistema de visión, ni sobre si Tesla adoptará el lidar, un sensor láser que otros fabricantes de vehículos autónomos consideran crucial.
Críticas a la falta de avances y promesas incumplidas
Henry Thurlow, un destacado animador y experto en vehículos autónomos, señaló en su boletín que el hardware de Tesla es impresionante, pero que el software sigue siendo el verdadero desafío. Esta opinión fue compartida por varios expertos, quienes creen que Tesla ha prometido avances en conducción autónoma desde 2016, sin que se hayan materializado.
Muchos seguidores de Tesla quedaron impresionados por el espectáculo del evento, que incluyó robots camareros y una atmósfera de parque temático, pero otros cuestionaron la falta de transparencia y la ausencia de detalles clave. Aunque el Robovan y el estilo Art Decó del Cybercab captaron la atención de los fanáticos, los inversores mostraron señales de escepticismo, reflejado en una caída temporal en las acciones de Tesla.
Desafíos legales y técnicos que enfrenta Tesla
Uno de los grandes obstáculos que enfrenta Tesla es la aprobación regulatoria. Para que los vehículos totalmente autónomos operen en vías públicas, necesitarán demostrar que son seguros, algo que Tesla aún no ha logrado con FSD. Además, la compañía necesitará exenciones federales para producir el Cybercab sin volante ni pedales, un proceso que puede tardar varios meses.
Otro gran reto es la responsabilidad legal. Si un Tesla sin conductor se ve involucrado en un accidente, ¿quién será responsable? Tesla ha evitado aceptar responsabilidad en accidentes anteriores, y Musk ha insinuado que seguirá evitando cualquier responsabilidad a menos que se demuestre un problema endémico en el diseño del vehículo.
El mantenimiento y la asistencia remota, un desafío para el Cybercab
Otro tema no abordado en el evento fue el mantenimiento de la flota. Aunque Musk mostró un robot aspirador que limpiaba migas en el asiento trasero del Cybercab, no se dieron detalles sobre cómo se realizarán tareas más complejas, como la carga del vehículo o la limpieza de los sensores en condiciones climáticas adversas.
Además, otras empresas de robotaxi, como Waymo y Cruise, ya han enfrentado problemas para reaccionar ante situaciones imprevistas como vehículos de emergencia o desvíos. Sin un volante ni pedales, Tesla necesitará una solución efectiva para estos casos, pero Musk no ofreció detalles sobre cómo planea superar estos desafíos.
Un futuro incierto para la conducción autónoma
A pesar de las promesas de Musk, queda por ver cómo Tesla enfrentará los obstáculos regulatorios y técnicos para lograr una verdadera conducción autónoma sin supervisión. Empresas como Waymo están avanzando con cautela, una ciudad a la vez, mientras que Tesla sigue prometiendo una utopía tecnológica que parece difícil de alcanzar.
En resumen, aunque el evento “We, Robot” dejó a algunos fanáticos entusiasmados por el futuro de los vehículos autónomos de Tesla, los detalles clave sobre cómo se logrará ese futuro siguen siendo inciertos. Mientras Musk promete un mundo sin conductores, la tecnología, las regulaciones y las responsabilidades legales siguen siendo grandes incógnitas.