El pasado 27 de agosto fue registrado un nuevo ciberataque auspiciado por el estado chino conocido como Volt Typhoon. Como consecuencia se ha puesto en alerta a las autoridades estadounidenses pues según investigaciones de la empresa de seguridad Lumen Technologies, este grupo de hackers se aprovechó de una vulnerabilidad en un producto de la compañía Versa Networks para infiltrarse en redes de empresas estadounidenses e indias, incluyendo proveedores de servicios de internet.
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Este problema en la seguridad que tras investigaciones ha sido clasificada como de “alta gravedad”, permitió a los hacker obtener acceso no autorizado a sistemas internos y potencialmente causar interrupciones en servicios críticos. Versa, por su parte, ha reconocido el problema y ha lanzado un parche de emergencia para solucionarlo. Sin embargo, detallaron que la empresa ha admitido que algunos de sus clientes no habían aplicado las medidas de seguridad recomendadas y fueron víctimas de este ciberataque.
Al no ser un caso aislado, este incidente generó gran preocupación en Estados Unidos, ya que se suma a un conjunto de ataques cibernéticos atribuidos a China en los últimos años. Por ello es que autoridades estadounidenses han advertido repetidamente sobre los riesgos que representan estos ataques para la infraestructura crítica del país, como redes eléctricas, sistemas de agua y comunicaciones.
Mientras que del otro lado del mundo el gobierno chino ha negado cualquier participación en estos ataques. Sin embargo, las evidencias presentadas por las agencias de inteligencia estadounidenses apuntan a una operación coordinada y patrocinada por el estado.