Un equipo de científicos japoneses realizaron un impresionante concepto de bicicleta voladora, que funciona con un innovador sistema de levitación magnética.
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La idea de este proyecto es ayudar a que los usuarios no reciban el impacto de las piedras, carreteras o pisos rústicos, y al mismo tiempo puedan hacer ejercicios mientras se trasladan en este tipo de vehículos a dos ruedas.
La levitación magnética aparece nuevamente en un proyecto de ingeniería, que facilita la vida de las personas que se trasladan de un lugar a otro. Si bien esta tecnología ya se instaló en trenes, como el caso del tren maglev en regiones de Alemania, China y Japón, ahora se quieren introducir en medios de transportes menos masivos como autobuses o autos particulares.
El caso de esta bicicleta voladora con levitación magnética es una prueba de que este sistema tecnológico tiene un montón de beneficios que van más allá de lo amigables que son para el medio ambiente, ya que no consume energía eléctrica o combustibles que sean perjudiciales para la emisión.
Este concepto de bicicleta voladora con levitación magnética fue creado por los diseñadores industriales Hoyoung Lee, Youngwoo Park y Jungmin Park.
La idea principal de estos tres diseñadores industriales es reducir la fricción, a pesar de que la bicicleta va a levitar los ciclistas no van a dejar de pedalear. De hecho, se necesita del impulso de una persona que haga el movimiento para ganar potencia y el magnetismo hace que la parte trasera se despegue del piso, buscando que el engranaje se ubique en el centro de la rueda.
Engranaje y rueda estarían conectados por la fuerza de los imanes. Entonces, a medida que se incrementa la velocidad del movimiento la energía cinética hace que esa parte trasera de la bicicleta comienza a ascender. Eso permite que no haya tanta resistencia del viento y así se reduzca el impacto de los entornos rústicos como piedras, baches o cualquier otra cosa.
Eco Friend explica que “el mecanismo de engranajes de la rueda trasera también se separa cuando la bicicleta va lo suficientemente rápido como para despegar del suelo. Cuando se reduce la velocidad, la bicicleta se mueve como cualquier otra en la calle”.
