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Acoso y amenazas: La historia del ex empleado de Tesla que se ganó el odio de Elon Musk

Una trama que comenzó con el trabajador salvando a su planta de un incendio, pero que terminó en una masiva filtración de datos y en la demanda de Tesla.

Para nadie es una sorpresa que Elon Musk, el magnate CEO de empresas como SpaceX o Tesla, es uno de los personajes más controvertidos de la actualidad. Por un lado destaca su habilidad para los negocios, que se ha visto reflejada en su increíble fortuna, pero por otro también es conocido por no guardarse sus comentarios, muchas veces errados o tendenciosos según sus propias creencias. Aquel rasgo de su personalidad ya le ha jugado varias malas pasadas, incluyendo problemas con los trabajadores de Tesla, la gigante de automóviles eléctricos que cada cierto tiempo es noticia por problemas al interior de sus plantas.

Lukasz Krupski: El enemigo de Elon Musk

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“¡Felicidades por salvar el día!”, le escribió Musk por correo a Lukasz Krupski tras haber salvado su centro de exposiciones de Tesla en Oslo de un incendio. Todo comenzó en 2019, cuando ocurrió dicho incidente en el que un punto de carga mal manipulado estalló en llamas, por lo que el empleado actuó rápidamente para extinguir el fuego. Una hazaña no menor y que inicialmente le valió el título de héroe dentro de la compañía de coches eléctricos.

Pero pese a las felicitaciones iniciales, su posterior denuncia sobre la falta de medidas de seguridad - como que no hubiesen extintores disponibles - resultó en un trato hostil por parte de sus colegas y superiores. Y no cualquier trato: según declaró posteriormente, terminó trabajando en el sótano y fue amenazado por un compañero quien aseguraba que lo apuñalaría con un atornillador.

Así pasó el tiempo, y después de años de acoso y con la salud mental deteriorada, Krupski fue despedido en 2022 por supuestos males comportamientos y mala gestión del tiempo.

La batalla mediática

Así fue como accedió a 100 GB de datos confidenciales de Tesla y filtró más de 23 mil documentos, incluyendo miles de quejas de clientes sobre el sistema Autopilot FSD, a través de medios como el periódico alemán Handelsblatt.

Las quejas incluían problemas como aceleración repentina, deficiencias en la frenada y frenazos fantasma, lo que derivó en diversas investigaciones por violaciones de la ley de protección de datos en Europa y EE.UU. Además, contribuyeron a que la NHTSA obligara a Tesla a revisar más de 360 mil vehículos eléctricos por supuestos problemas con el Autopilot.

En respuesta, Tesla tomó medidas legales para prevenir más filtraciones y pidió a un tribunal en Noruega que no permita nuevas filtraciones por parte del ex trabajador.

En tanto, con el apoyo de la NHTSA y otros activistas, Krupski planea demandar a Tesla por el daño físico y psicológico sufrido, pasando a la historia por ser una de las pocas personas que ha decidido enfrentarse a una de las compañías más influyentes del mundo. ¿Logrará ganar? Esta historia está en desarrollo.

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