Expertos en tecnología como Bill Gates y Sam Altman nos dicen a diario que la inteligencia artificial llega para ser una herramienta positiva para la humanidad. Y a pesar de que muchas empresas han realizado despidos masivos, debido a que reemplazaron a personas con máquinas, estos especialistas insisten en que nadie debería asustarse.
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Sin embargo, aparecen predicciones pesimistas y catastróficas como las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que dicen que un elevadísimo porcentaje de los empleos caerán en los próximos años, debido a la creciente instalación de la inteligencia artificial.
Según revela un informe reciente citado por la BBC, las cifras indican que la IA podría afectar hasta un 40% de los puestos de trabajo a nivel mundial, mientras que en las economías avanzadas este porcentaje podría aumentar a un preocupante 60%.
Kristalina Georgieva, directora del FMI, ha expresado su inquietud sobre las implicaciones socioeconómicas de la creciente automatización.
En una declaración contundente, Georgieva señaló: “En la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad general”. Este pronóstico destaca las preocupaciones sobre cómo la rápida adopción de la tecnología podría impactar de manera desigual en distintas regiones y estratos sociales.
Las cifras presentadas por el FMI sugieren que, en promedio, un 40% de los empleos en todo el mundo podrían verse afectados por la IA.
Sin embargo, el informe subraya que este impacto será más pronunciado en las economías avanzadas, donde el porcentaje de empleos en riesgo asciende al 60%. Esto plantea un desafío adicional para los países que ya enfrentan tensiones económicas y sociales.
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Georgieva también advierte sobre la disparidad en la preparación y capacidad de aprovechar la IA entre diferentes naciones: “Muchos países no tienen la infraestructura o la fuerza laboral calificada para aprovechar los beneficios de la IA, lo que aumenta el riesgo de que con el tiempo la tecnología pueda empeorar la desigualdad entre las naciones”.
El informe del FMI destaca la necesidad urgente de abordar estos desafíos de manera global y equitativa. La directora del FMI hace un llamado a la cooperación internacional para desarrollar políticas que mitiguen los impactos negativos de la IA en el empleo y la desigualdad, al tiempo que se promueve la inclusión y el acceso equitativo a las oportunidades generadas por la tecnología emergente.
