Jan Koum es una figura notable en el mundo actual, un emprendedor exitoso que ha dejado una huella significativa en el siglo XXI. Su contribución más reconocida, la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, se utiliza en casi tres mil millones de dispositivos en todo el mundo.
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Su historia, sin embargo, difiere del típico relato de los visionarios tecnológicos nacidos en Silicon Valley.
Nacido en Kiev, Ucrania, bajo el nombre de Yan Borysovych Kum, Koum creció en una familia judía empobrecida y enfrentó la opresión del régimen soviético. A los 16 años, emigró a Estados Unidos con su madre y abuela, estableciéndose en Mountain View, California, en una situación económica precaria.
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Mientras trabajaba como tester en Ernst & Young, conoció a Brian Acton, con quien más tarde cofundaría WhatsApp.
Después de dejar Yahoo en 2007, Koum y Acton se tomaron un año sabático y, tras ser rechazados por Facebook, continuaron con su viaje exploratorio. Durante ese período, Koum ideó una aplicación de mensajería basada en la conexión a internet de los teléfonos inteligentes. Con el apoyo financiero de Acton, nació WhatsApp en 2009.
La inspiración para WhatsApp surgió de la observación de la función de estado en su iPhone, la cual mostraba si el usuario estaba disponible. Esta idea, proveniente del equipo de Steve Jobs, se transformó en una aplicación que permitía a los usuarios comunicarse y cambiar su estado según sus necesidades.
Inicialmente, WhatsApp tuvo dificultades para atraer usuarios, hasta que la introducción de notificaciones automáticas por parte de Apple marcó un punto de inflexión y la popularidad de la aplicación se disparó.
Sin embargo, este ascenso meteórico no estuvo exento de desafíos. Steve Jobs expresó preocupaciones sobre el uso excesivo del ancho de banda por parte de WhatsApp, mientras Koum defendía la calidad del servicio.
A pesar de desacuerdos, WhatsApp mantuvo su simplicidad y rapidez, ganando popularidad y extendiéndose a diferentes plataformas.
En 2014, Facebook, dirigido por Mark Zuckerberg, adquirió WhatsApp por 19.000 millones de dólares, convirtiendo a Koum en uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, tras tensiones por diferencias en la visión y la dirección de la compañía, Koum eventualmente dejó su puesto en Facebook.
Hoy, WhatsApp opera bajo el paraguas de META, integrando datos y publicidad en el vasto ecosistema de empresas asociadas a Facebook e Instagram.
Aunque Koum y Jobs tuvieron desacuerdos, siempre compartieron una visión común sobre la privacidad. Proteger ese legado es fundamental para resguardar la integridad de sus respectivas contribuciones.