ChatGPT de OpenAI irrumpió en el mundo de la tecnología a finales del 2022 para cambiar por completo la percepción que teníamos en ese entonces de la inteligencia artificial. Un chatbot capaz de sostener una conversación, casi como un humano, sabiendo cualquier tipo de información, fue verdaderamente sorprendente para quienes trabajan con sistemas.
Recordemos que ChatGPT es un modelo de lenguaje generativo pre-entrenado (LLM). Por lo tanto, los desarrolladores han ido mejorando las versiones del chatbot en estos últimos 10 meses, hasta el punto de hacer que reconozca y ofrezca imágenes con la integración de MidJourney.
Es capaz de traducir unos 50 idiomas, pero en el nuestro, el español o castellano, hemos notado que en algunas palabras que sabemos que son reconocidas por la Real Academia Española (RAE) no tiene la información suficiente.
Dicha característica fue tomada por un equipo científico que integra a expertos de la Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Valladolid. Juntos, los investigadores desarrollaron una app llamada ChatWords, capaz de analizar el conocimiento léxico de una inteligencia artificial, según reseña el sitio SINC.
Tras aplicar los algoritmos del sistema que desarrollaron, en primer lugar identificaron que un diccionario de español actualizado contiene más de 90 mil palabras. Entonces, encontraron que, usando la versión del ChatGPT 3.5 turbo, notaron que la IA de OpenAI desconoce cerca del 20% de las palabras.
Conoce el 80%, que es un muy buen número. Sin embargo, suele ofrecer resultados equivocados del 5%. Un hispanohablante reconoce aproximadamente unas 30 mil palabras. Lo que hace el ChatGPT, por resultados, sigue siendo impresionante hasta el punto de superar la media de una persona común.
Aunque los científicos a cargo de este proyecto digan que “quizás ChatGPT no sea hoy en día tan sabio como aparenta”, es necesario recordar que al ser un modelo de lenguaje generativo pre-entrenado (LLM), podrá ir mejorando a medida que avance el tiempo, a velocidades sorprendentes ya que con cada uso, todos seguimos entrenando a la inteligencia artificial.