La inteligencia artificial (IA) continúa su expansión en diversas áreas, y ahora ha llegado al control fronterizo de Estados Unidos. La agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha implementado la Tecnología de búsqueda de Giant Oak (GOST), una herramienta impulsada por IA, para examinar las publicaciones en redes sociales en busca de contenido considerado “despectivo” hacia el país.
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Aunque esto agiliza el proceso de revisión de solicitudes, esta revelación ha desencadenado un debate sobre la privacidad y las implicaciones éticas de la vigilancia.
Según un informe inicial de 404 Media (vía Decrypt), GOST asiste a la agencia de inmigración en el análisis de publicaciones en redes sociales, determinando el posible riesgo que representan para Estados Unidos. La herramienta clasifica las redes sociales de las personas en una escala del uno al cien, evaluando su relevancia para la percepción de la misión del usuario.
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Aunque el escrutinio de publicaciones en redes sociales no es novedoso en la seguridad nacional, el uso de la IA introduce una dimensión más rápida y eficiente en este proceso. Esta eficiencia plantea preocupaciones sobre la privacidad y las libertades individuales.
Las reacciones
Patrick Toomey, Subdirector del Proyecto de Seguridad Nacional de la ACLU, expresó su preocupación acerca del uso de algoritmos gubernamentales para evaluar las publicaciones en redes sociales y tomar decisiones sobre la seguridad de las personas. Subraya la necesidad de que estas tecnologías sean transparentes y sujetas a rendición de cuentas.
La IA está generando una creciente desconfianza en el público, especialmente en lo que concierne a la privacidad personal. Estudios como el del Pew Research Center han encontrado que un 32% de los estadounidenses cree que la IA en la contratación y evaluación laboral perjudicará a los solicitantes de empleo y empleados en lugar de ayudarlos. Además, una encuesta de Reuters reveló que la mayoría de los estadounidenses perciben la IA como una amenaza para la humanidad.
El uso de IA en el control fronterizo plantea cuestionamientos importantes sobre la interacción entre la tecnología, la seguridad y la privacidad. Si bien la IA ofrece eficiencia y precisión en la toma de decisiones, también plantea desafíos éticos y de privacidad que deben ser cuidadosamente considerados a medida que se avanza en esta dirección tecnológica.