Elon Musk y Steve Jobs, dos de las figuras más influyentes en la industria tecnológica, han sido objeto de análisis y admiración constantes a lo largo de sus carreras. Musk ha sido un ‘game-changer’ en el sector de los autos eléctricos, la exploración espacial y el Internet satelital, mientras que Jobs fue el responsable de la existencia de Apple, una de las compañías más importantes de la historia.
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Walter Isaacson, autor de una biografía sobre Elon Musk, arroja luz sobre las similitudes y diferencias que definieron sus estilos de liderazgo y sus ambiciones sin límites.
Como explica Benzinga, que cita la publicación de Isaacson, ambos líderes compartían una “veta oscura” en sus personalidades, caracterizada por comentarios directos y exigentes que impulsaban a sus equipos hacia la perfección. Sin embargo, esta metodología a veces rozaba la crítica excesiva, lo que reflejaba su firme determinación de lograr la innovación a toda costa.
Los cofundadores, a un lado
Otra característica común era su tendencia a eclipsar a sus cofundadores, como Steve Wozniak en el caso de Apple Inc. y Martin Eberhard en Tesla Inc. Esta tendencia podría deberse a su fuerte personalidad y a su visión incansable de alcanzar objetivos ambiciosos.
La naturaleza ambiciosa de Musk y Jobs los llevó a establecer plazos desafiantes, lo que impulsaba un rápido avance en sus respectivas empresas. Sin embargo, esta misma ambición a veces tenía un impacto en la moral de sus equipos, ya que la presión por cumplir con plazos apretados podía ser agobiante.
A pesar de estas similitudes, Isaacson destaca una diferencia fundamental entre los dos líderes: su enfoque en la ingeniería. Mientras Jobs se centraba en el diseño de productos, Musk se sumerge en las complejidades de la fabricación y la ingeniería, enfatizando la importancia de la innovación continua. Considera que diseñar la maquinaria que fabrica un producto es más relevante que el diseño del producto en sí y cree en la iteración constante como clave para la innovación.
Tanto Elon Musk como Steve Jobs dejaron una profunda huella en el mundo de la tecnología, pero sus enfoques y estilos de liderazgo presentan matices distintivos. Ambos líderes demostraron que la determinación, la ambición y la búsqueda constante de la innovación son ingredientes esenciales para transformar industrias.