El final del 2022 llegó con la sorprendente aparición de un charbot llamado ChatGPT que funciona con inteligencia artificial. Su capacidad para entablar una conversación es comparable con la de una persona, hecho que abrió una impresionante ventana de posibilidades para quienes desconocían la existencia de este sistema.
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Millones de personas ahora lo usan para diferentes situaciones laborales, educativas o de entretenimiento. Todos nos dejamos echar una mano del mecanismo, incluso hasta el mismo Sam Altman, creador de este sistema y fundador de la empresa que lo tiene, Open AI.
El padre de la criatura también acude al ChatGPT para que lo ayude a desarrollar diferentes tareas. Algunas son de su parte laboral, como miembro de una de las empresas del momento. Y otras son recreativas de su vida personal, según reseña el portal Bloomberg.
Recientemente Sam Altman hizo una gira por Europa, para hablar con los líderes políticos de diferentes países de este bloque, en referencia a las mejoras de seguridad que quieren que se aplique al ChatGPT. En la misma programación hubo conversaciones con China, vía remota, en las que también escuchó lo que tenían que decir desde el continente asiático.
En este sentido, Sam Altman explica que el ChatGPT fue vital para ayudarlo con las traducciones de idiomas que no comprendía.
“También lo uso para escribir. Escribo mucho, pero nunca publico nada, es sólo para mi. Descubrí que escribo más rápido y que de alguna manera puedo pensar más, por lo que es una gran herramienta para plasmar y desarrollar ideas”, dice Sam Altman en la entrevista que publica Bloomberg.
“Pero lo más importante es que en un futuro podría convertirse en un súper asistente para todo mi trabajo cognitivo”, añadió.
