Bill Gates ha expresado su perspectiva sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral. Según él, en los próximos años, la IA ayudará a las personas a ser más eficientes en su trabajo, ya sea en una fábrica o en una oficina gestionando tareas como llamadas de ventas o cuentas por pagar, en lugar de arrebatarles los empleos como muchos creen.
PUBLICIDAD
Gates sugiere que en el futuro, la IA será lo suficientemente avanzada como para redactar correos electrónicos, gestionar la bandeja de entrada e incluso generar presentaciones.
El cofundador de Microsoft argumenta: “El aumento de la productividad gracias a la IA es beneficioso para la sociedad, ya que brinda a las personas más tiempo para realizar otras actividades, tanto en el trabajo como en el hogar. La demanda de profesiones que brinden ayuda a los demás, como la enseñanza, la atención médica y el cuidado de los ancianos, seguirá existiendo”.
Sin embargo, Gates reconoce que algunos trabajadores necesitarán apoyo y capacitación durante esta transición hacia un entorno laboral impulsado por la IA.
La participación de los gobiernos, clave
“Es cierto que algunos trabajadores necesitarán apoyo y capacitación a medida que hacemos esta transición hacia un lugar de trabajo impulsado por IA. Ese es un papel para los gobiernos y las empresas, y deberán administrarlo bien para que los trabajadores no se queden atrás, para evitar el tipo de interrupción en la vida de las personas que ha ocurrido durante la disminución de los empleos de manufactura en los Estados Unidos”, dijo.
El fundador de Microsoft también destaca que la IA no es la primera tecnología que ha provocado cambios significativos en el mercado laboral. Aunque no considera que el impacto de la inteligencia artificial sea tan dramático como el de la Revolución Industrial, sí cree que será tan grande como la introducción de las computadoras personales.
El filántropo menciona que las aplicaciones de procesamiento de texto no eliminaron los trabajos de oficina, pero sí los transformaron de manera irreversible. Destaca que tanto los empleadores como los empleados tuvieron que adaptarse a esos cambios, y confía en que podrán hacerlo nuevamente durante la transición hacia una mayor presencia de la IA en el ámbito laboral.
