La obra de Sam Altman está en boca de todos. ChatGPT, el chatbot de Inteligencia Artificial más popular del mundo, fue creado por su compañía, OpenAI. Para bien o para mal (según sea la fuente que opine), el estadounidense es hoy uno de los gigantes tecnológicos del planeta.
Hoy recordamos un episodio que protagonizó el 8 de junio de 2016, por el hecho más nimio que pueda pensarse.
Ocurrió en Londres, en el lujosísimo hotel Ritz. En ese entonces, OpenAI estaba aún en proceso de crecimiento (fue fundado en 2015), con el mismísimo Elon Musk entre sus socios. Altman presidía Y Combinator, un acelerador de startups de tecnología, y se encontraba en el sitio en una reunión.
Sin embargo, supervisores del Ritz se le acercaron y le pidieron que abandonara el bar. ¿El motivo? Sus zapatillas. ¡Sus zapatillas!
El Ritz de Londres contra las zapatillas de Sam Altman
El Ritz tiene un estrictísimo código de vestimenta que prohíbe zapatillas y ropa deportiva en sus restaurantes y bares. Ese día, Altman vestía sneakers de color azul verdoso, que dijo que pensaba que eran “casuales de negocios”.
Sin mayores complicaciones, Sam Altman se retiró del sitio. Pero publicó en Twitter lo que ocurrió.
Dijo que fue “rechazado en el bar del Ritz para una reunión porque estoy usando zapatos deportivos”. Añadió que estaba “un poco sorprendido” por la reacción, ya que dijo había visto a otras personas usando zapatillas en el bar.
El debate sobre el código de vestimenta del Ritz
El incidente de Sam Altman y sus zapatillas provocó un debate sobre el código de vestimenta en el hotel Ritz.
Muchos pensaban que era demasiado estricto, pero algunas personas lo defendieron, diciendo que era necesario mantener los altos estándares del hotel. Otros argumentaron que estaba desactualizado y que debía bajar su severidad.

Hoy por hoy, como uno de los personajes más reconocidos del mundo de la tecnología, ¿sería posible que Altman fuera expulsado del bar del Ritz por llevar zapatillas?
Conociendo a los ingleses y lo estricto de sus reglas, sí. Seguro que sí.

