Entre todas las personas del mundo que cuentan con una foto oficial de su arresto tal vez la que probablemente menos pensaríamos que pertenece a dicho club sería Bill Gates. Pero es así.
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El cofundador de Microsoft, responsable de parir MS-DOS y lanzar el sistema operativo Windows que rige a buena parte de las computadoras personales del planeta hoy por hoy en algún momento de su vida fue arrestado.
Pero eso no es lo más extraño con este muchacho que tiene muchas historias raras en su haber, si uno escudriña por los rincones de internet puede encontrar la fotografía que resulta desconcertante, ya que el buen Bill luce muy feliz, con una sonrisa de oreja.
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La expresión de Gates en el retrato luce más propia para un retrato de su anuario escolar que como parte de una fotografía policiaca de alguien que está a punto de pisar la cárcel.
Por años corrieron toneladas de leyendas urbanas del motivo y origen de dicha imagen. Se hablaba de que había hackeado algo, de que había sido capturado por consumo de alcohol y drogas. Aunque nada había comprobado en los albores de la internet, cuando la información no era tan fácil de encontrar.
Pero todo tiene una explicación y la historia detrás de cómo llegó Bill Gates a tomarse ese retrato es tan entrañable como torcida.
Así acabó Bill Gates con un retrato por arresto hace casi medio siglo
Corrían los últimos días de 1977, Microsoft apenas tenía un par de años de haber sido fundada, un 4 de abril de 1975 y la cosas iban bien para él aunque ya había tenido “problemas” con la ley.
En concreto el genio fue arrestado, no una, sino dos veces, en ambas ocasiones se cometió más o menos la misma felonía: conducir su auto rompiendo la ley.
Un arresto sucedió en su ciudad natal de Bellevue en Washington donde se pasó una señal de “alto” del semáforo. Esa fue una falta mínima, pero el arresto que le valió la foto policial que se volvió viral fue en Nuevo México.
En aquella ocasión, Bill Gates decidió dar una vuelta en uno de sus Porsches, donde volvió a pasarse una señal de alto e inició luego una ligera persecución policiaca, donde encima iba manejando sin licencia de conducir, lo que es altamente penado en la localidad.
La oficinas de Microsoft en ese momento se encontraban justamente en Albuquerque, Nuevo México, todo iba bien con el negocio y Gates se compró un Porsche 911 para hacer un viaje a toda velocidad desde Seattle hasta su empresa.
En el incidente que inició con el alto que se pasó el sujeto acabó con tres multas por conducir a alta velocidad, más la falta de licencia. Eso dejó a las autoridades con la única opción de arrestarlo.
Al final el buen Bill Gates resultó ser un genuino punk del Silicon Valley.