Uno de los ingredientes no tan secretos para que el procesador de una PC funcione perfectamente es la pasta térmica, ideal para reducir la temperatura del CPU y otros componentes de una computadora como el disipador.
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La pasta, un líquido viscoso, va ubicada entre el procesador y el disipador y de vez en cuando hay que cambiarla, especialmente si el equipo está más lento de lo normal.
El cambio de la pasta térmica hay que realizarlo cuando esta esté seca. Simplemente hay que retirar el disipador con papel y alcohol, quitar la pasta y aplicar nueva antes de reinstalar los componentes.
La aplicación de la pasta térmica es uno de los debates más extensos entre los informáticos principiantes y profesionales, ya que hay muchas técnicas para ponerla en la superficie del chip.
Habitualmente, como explica el sitio web de Computer Hoy en un informe, los usuarios hacen pequeñas bolitas de pasta térmica y la ponen sobre el CPU, aplastándola con el disipador para que se extienda.
Existen otras formas de aplicación, como los que forman una X o los cuatro puntos en las esquinas y uno en el centro. Pero la mejor manera la explicaremos a continuación.
El método de la salchicha
Igor Wallossek, un reconocido experto en computación de la web Igor’s Lab, recomienda utilizar el método de la salchicha, en el que, simplemente, se debe aplicar la pasta térmica en forma de tira horizontal, justo en el centro, dividiendo el procesador en dos partes iguales.
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Igor detalla que, al poner encima el disipador y apretar, la pasta se irá distribuyendo uniformemente hacia los lados, y además, mejorará la reducción de temperatura.
Según las mediciones de Igor’s Lab, este método fue aplicado en una GPU RTX 3080 y lograron que se calentara cinco grados menos, en comparación con el método de los cinco puntos.
