El asteroide Bennu es una de las rocas más interesantes que hay en nuestro Sistema Solar. La NASA completó una misión no tripulada hacia este asteroide, para recoger muestras de su composición y traerlas de vuelta a la Tierra, para poder analizar los componentes de las regiones por donde ha pasado.
PUBLICIDAD
Lee más sobre espacio: [Comunidad científica internacional activa la red de defensa espacial ante posible impacto del asteroide 2024 YR4]
Durante la medición de su trayectoria, la comunidad científica encontró varios elementos llamativos sobre su recorrido estelar. Uno de esos datos, es la probabilidad de impacto con la Tierra, de 1 en 2.700, para el año 2.182.
Falta muchísimo, y las probabilidades son tan bajas como lanzar un dado de 6 caras y que salga el mismo número 6 veces seguidas; es posible, pero lo más seguro es que no ocurra.
Sin embargo, ante la posibilidad, los científicos no pueden ignorar lo que pasaría en la Tierra si Bennu se estrella contra nuestra superficie.

El choque de Bennu contra la Tierra
Bennu tiene un diámetro cercano a los 500 metros. Ese dato nos revela que su impacto no provocaría una extinción global, es decir, como raza seguiríamos viviendo.
Sin embargo, sí sería el responsable de una verdadera catástrofe en el mundo. La simulación del impacto la hicieron con una supercomputadora de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur.
PUBLICIDAD
La primera consecuencia de su impacto es que levantaría millones de toneladas de polvo hacia la atmósfera, reseña Daily Mail. ¿Qué significa eso? Pues menor penetración de rayos solares, lo que desemboca en lo que conocemos como “inverno de impacto”.
Las temperaturas se reducirían, hasta el punto de que en el mundo se instalaría un clima frío y seco, con reducciones de precipitaciones de entre 15 y 60% de lo habitual.
Claramente afectaría la situación de alimentación de todas las especies. El fenómeno podría durar hasta dos años, hasta que se vuelva a despejar la atmósfera.