En el vasto y especulativo mundo del cosmos, surgen ideas que desafían nuestra imaginación y amplían los límites de lo posible. Una de estas intrigantes posibilidades es el potencial uso de los agujeros negros para abastecer la energía del Internet del futuro.
PUBLICIDAD
Aunque esta noción puede parecer extraída de una novela de ciencia ficción, físicos e investigadores han estado explorando esta idea en los últimos años, de acuerdo con el informe de ZBR.
Los agujeros negros, enigmáticas entidades cósmicas que cautivan tanto a científicos como a entusiastas, son famosos por su asombroso poder gravitacional. Su capacidad para atrapar incluso la luz, de ahí su denominación, plantea preguntas y misterios profundos. Sin embargo, su potencial como fuentes de energía también despierta el interés científico.
El concepto de aprovechar la energía de los agujeros negros no es nuevo. En la década de 1970, el físico Roger Penrose propuso el proceso de Penrose, una manera de extraer energía de un agujero negro en rotación. La idea se basa en la energía rotacional del agujero negro, que podría ser transferida a objetos cercanos a través de su ergosfera, una región donde los objetos aún pueden escapar de la atracción del agujero negro.
Si un objeto se divide en dos partes, una que cae en el agujero negro y otra que escapa, la parte liberada podría tener más energía que la inicial, lo que resultaría en la extracción de energía del agujero negro.
¿Cómo plasmar la teoría en el presente?
Avanzando al presente, esta idea ha sido revisada con una perspectiva moderna. En un artículo de 2020, los físicos Luca Comisso de la Universidad de Columbia y Felipe Asenjo de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile propusieron que la colisión de líneas de campo magnético cerca de un agujero negro podría generar una poderosa oleada de energía, utilizada para alimentar redes de internet a gran escala.
Con la creciente demanda de energía para sostener nuestra realidad digital, la capacidad de aprovechar una fuente prácticamente inagotable de energía podría revolucionar nuestro enfoque energético. Se abriría una vía hacia la resolución de la crisis energética, la reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles y la mitigación del cambio climático.
PUBLICIDAD
Sin embargo, es esencial recordar que esto sigue en el reino de la especulación. Los desafíos tecnológicos y prácticos para aprovechar la energía de los agujeros negros son enormes. Desde desarrollar tecnología para llegar a un agujero negro, que está a años luz de distancia, hasta encontrar un método seguro y eficiente para transportar la energía de regreso a la Tierra, hay obstáculos sustanciales.
Además, cuestiones éticas deben ser consideradas. La extracción de energía de los agujeros negros podría tener consecuencias imprevistas y alterar el equilibrio del universo. Cualquier intento de explorar esta posibilidad debe ser realizado con cautela y respeto por las incógnitas que aún nos rodean.
