Investigadores de la Universidad de Ciencias de la Salud de Maryland y de la Universidad Northwestern, ambas en Estados Unidos, realizaron un estudio sobre Conan, una superbacteria que puede sobrevivir en el subsuelo de Marte hasta 280 millones años.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista Astrobiology y en el sitio web de El Debate, el hecho de que las antiguas bacterias del planeta rojo estén enterradas les permitía estar protegidas de la radiación cósmica y solar, consiguiendo una supervivencia más longeva.
Lo más importante para la comunidad científica, entre los resultados de este estudio, es que si las cepas bacterianas son capaces de sobrevivir en un entorno tan duro como el de Marte, astronautas y futuros turistas espaciales podrán contaminar el planeta interior más alejado del Sol con sus bacterias.
La contaminación terrestre puede durar miles de años y podría hacerlo también en Marte, a pesar de sus condiciones extremas. Además, esta investigación fortalece la teoría de que, en algún momento, la vida evolucionó en el mundo marciano.
The chances of uncovering life on Mars may be better than expected 🦠🔬
— Northwestern (@NorthwesternU) October 25, 2022
A first-of-its-kind study from a team including Northwestern researchers found that ancient bacteria could survive close to the surface on Mars much longer than previously assumed:https://t.co/CsEGcg3a48
Una bacteria invencible
El informe sugiere que Conan es una bacteria ancestral y teóricamente invencible, al sobrevivir a la potente radiación de Marte que podría acabar con cualquier otra forma de vida.
La superbacteria soportó las temperaturas de hasta -63 grados y una exposición a luz ultravioleta, rayos gamma y protones de alta energía que imitaban las condiciones marcianas. Con estas pruebas, los científicos comprobaron que absorbía hasta 28.000 veces más radiación que la velocidad a la que un humano puede sobrevivir.
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Este estudio plante a la posibilidad de que, si hubo vida en Marte, las misiones ExoMars (ESA) y Mars Life Explorer (NASA) podrían encontrar restos biológicos para que sean analizados en la Tierra.
Si alguna bacteria como Conan evolucionó en la era en la que fluyó agua en el planeta rojo, sus restos deberían estar vivos en el subsuelo profundo de Marte.