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NASA crea el GRX-810, un metal especial para las condiciones extremas

Esta nueva aleación de metal mejora enormemente la resistencia y la durabilidad de los componentes de la NASA, anuncia la agencia aeroespacial.

NASA da un paso adelante en la búsqueda de materiales más resistentes para sus componentes. La agencia aeroespacial norteamericana anunció el GRX-810, una aleación reforzada con dispersión de óxido.

Este metal puede soportar, en palabras de la agencia, temperaturas de más de 1.000 °C, pero también es más maleable y puede sobrevivir más de mil veces más que las aleaciones de última generación existentes.

Dale Hopkins, subdirector de proyectos del Transformational Tools and Technologies de la NASA, habló acerca del invento en un comunicado.

“Este avance es revolucionario para el desarrollo de materiales”, apunta Hopkins. “Los nuevos tipos de materiales más fuertes y livianos juegan un papel clave en el objetivo de la NASA de cambiar el futuro de los vuelos”.

“Anteriormente, un aumento en la resistencia a la tracción generalmente reducía la capacidad de un material para estirarse y doblarse antes de romperse, razón por la cual nuestra nueva aleación es notable”.

Así se llegó a la creación de la aleación GRX-810 de la NASA

Para desarrollar el GRX-810, la NASA utilizó modelos computacionales para determinar la composición de la aleación.

Posteriormente, el equipo aprovechó la impresión 3D para dispersar uniformemente los óxidos a nanoescala en toda la aleación, otorgando propiedades mejoradas a altas temperaturas y un rendimiento duradero.

Tim Smith, científico investigador de materiales en el Centro de Investigación Glenn de la NASA, es uno de los inventores de la nueva aleación.

“La aplicación de estos dos procesos ha acelerado drásticamente la tasa de desarrollo de nuestros materiales”, dijo Smith. “Ahora podemos producir nuevos materiales más rápido y con un mejor rendimiento que antes”.

La agencia define el proceso de fabricación del GRX-810 como “más eficiente, rentable y más limpio que los métodos de fabricación convencionales”.

El GRX-810 tiene una implicación trascendental en el futuro del vuelo sostenible.

La NASA pone un ejemplo: “Cuando se unas en un motor a reacción, la temperatura más alta de la aleación y la mayor capacidad de durabilidad se traducen en una reducción del consumo de combustible y menores costos de operación y mantenimiento”.

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