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Trajes espaciales impresos en 3D, el nuevo desafío para la NASA

Bonnie Dunbar, una ex astronauta de la NASA, quiere desarrollar trajes espaciales impresos en 3D. La agencia está financiando el estudio sobre el tema.

Su nombre es The Spacesuit Digital Thread (el Traje Espacial de Hilo Digital) y representa el nuevo desafío para la NASA: trajes espaciales impresos en 3D. Una ex astronauta, Bonnie Dunbar, está realizando las investigaciones al respecto, con el financiamiento de la agencia aeroespacial norteamericana.

El objetivo es que cualquier astronauta pueda contar con un traje espacial adaptado a su propio cuerpo. ¿Podrían usarlos en Marte? Es la meta.

Dunbar actualmente es profesora de Ingeniería Aeroespacial en Texas A& M y publicó su presentación sobre el traje en el portal de la NASA.

“Este enfoque abordaría varios problemas que enfrentan los viajes al espacio profundo, en particular la capacidad de diseñar y fabricar rápidamente trajes espaciales de Actividad Extravehícular que se adapten mejor a la antropometría del miembro de la tripulación”, destaca Dunbar.

La antigua astronauta también busca analizar la construcción de “gemelos digitales”, imágenes producto del escaneo de la persona para contar con un segundo traje automáticamente, en caso de emergencia. Otro punto es que cada astronauta sea capaz de fabricar su propio traje en el espacio, o bien reparar algunos componentes del traje.

Finalmente, que este traje sea tomado en cuenta para las actividades en Marte, estableciendo como fecha de arranque la década de 2030.

¿Se podrán crear estos trajes espaciales impresos en 3D? ¿Cómo surgió la inquietud?

El Digital Thread consiste en una pieza de datos que conecta una pieza individual a través de todos los procesos de diseño, fabricación y entrega. No es un hilo digitalizado, en el sentido estricto de la frase.

Dunbar, de acuerdo con el portal Universe Today, “notó (en su época como astronauta, entre 1985 y 1998) un déficit significativo de trajes espaciales para el núcleo de astronautas durante un período del transbordador: solo se fabricaron 18 trajes para 200 astronautas”.

Señala la profesora de ingeniería que no todos los astronautas podían caber en esos trajes, y muchos sufrieron problemas para utilizarlos, incluyendo uñas perdidas y pérdida de fuerza.

Con el paso del tiempo mejoró la adaptación de cada traje a cada persona. “El problema es que no había demasiados astronautas del Apolo: ahora, cientos de personas, incluyendo turistas espaciales, planean viajar. Sería prohibitivamente caro equiparlos a todos con los trajes de los clientes”, recalca Universe Today.

La primera fase de la investigación de Dunbar, subvencionada por la NASA con 175 mil dólares, plantea el problema y una posible solución. Se esperan mayores avances para llegar a una fase siguiente, y conseguir la forma de de crear una impresora 3D que recicle piezas de trajes espaciales.

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