Los científicos que estudian los secretos que esconden cada rincón del universo muchas veces establecen teorías basadas en cálculos matemáticos y mediciones complejas para las que se necesitan años y años de estudios. Muchos de los descubrimientos que vemos a diario se confirman a través de estas mismas ecuaciones y pocos, hasta ahora, tienen una confirmación observable.
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Y es que todo lo que se ha logrado hallar en el universo está a unas distancias que ni con las mejores herramientas creadas por la ciencia, es posible ver. Sin embargo, lo datos confirmados dan pie para que se ilustren los fenómenos astronómicos en las diferentes galaxias.
Así como hay teorías que fueron científicamente comprobadas, hay otras que no. Y dentro de este último grupo hay algunas, que con solo escucharlas hacen que nos salte la duda en cuestión de segundos. Pero ojo, que con un trabajo de expertos, esas sugerencias que a veces parecen alocadas, podrían terminar siendo ciertas.
De la que hablamos en esta reseña, teoriza un evento astrofísico que se presume según cálculos sacados de los eventos estelares. Según lo reseña el portal GalaxiesAway la física indica que en algún lugar el amplio terreno universal podría existir un mundo con forma de dona. Este tendía unas sorprendentes características y vivir en él sería, hasta ahora, posible.
Pero cómo igual no pensamos mudarnos a ese planeta, debido a que lo tendrían que construir, podemos al menos conocer algunas de sus condiciones, también teorizadas en el mismo análisis.
Características del mundo dona
Explica el mismo portal citado que para que este mundo en forma de dona mantenga su estabilidad, tendría que hacer el proceso de rotación sobre su propio eje a una altísima velocidad. Esto, sin duda alguna, generaría que los días durasen muy poco; tan solo unas horas, dicen.
Además, la gravedad en los polos sería mucho más fuerte de lo que ya ocurre en la Tierra. Calculan que hasta duplicaría la magnitud de lo que se sentiría en sus zonas ecuatoriales.
A diferencia de la Tierra, que está un poco inclinada para hacer el movimiento de rotación, el mundo dona tendría inclinación cero. Debido a que es un mundo con forma de rosquilla, tiene bordes internos que por esta misma inclinación nunca recibirían la luz de su estrella masiva. Entonces, esto se traduce en diferencias extremas en las temperaturas, con respecto a otras zonas del mundo.
En el caso de su satélite natural (Luna), esta podría orbitar al mundo dona. Pero no podría realizar los acercamientos que hace la nuestra por el campo magnético y poder gravitacional de su giro veloz.
Los expertos que teorizan este mundo dicen que es casi imposible que un mundo con estas características se forme de manera natural. La única forma sería que una civilización avanzada lo fabrique y este podría funcionar de manera óptima.
Uno de estos ejemplos de esta teoría ha sido llevado a la ciencia ficción en la película Interestellar, con la nave en la que viajaron los astronautas que fueron en busca de un mundo habitable, la Endurance.