Para millones de fans alrededor del mundo, él es simplemente Piccolo (o “Pícoro” en algunas regiones). El guerrero namekiano que pasó de ser el archienemigo de Goku a convertirse en el mentor y figura paterna de Gohan tiene una de las historias más ricas de la franquicia. Sin embargo, una duda siempre ha sobrevolado el fandom: ¿Es “Piccolo” su nombre real o solo un título heredado?
La respuesta no está en el anime ni directamente en el manga, sino en una serie de notas y entrevistas que el fallecido Akira Toriyama dejó como legado para expandir el universo de Dragon Ball.
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El origen musical de un guerrero
Como es bien sabido, Toriyama tenía una curiosa tradición para nombrar a sus personajes (comida para los Saiyajin, ropa interior para la familia de Bulma). Para los Namekianos, la inspiración fue la música:
- Piccolo: Referencia directa a la flauta pequeña o flautín.
- Piano, Tambourine, Cymbal y Drum: Los “hijos” de Piccolo Daimao también llevaban nombres de instrumentos.
El nombre olvidado en Namek
Sin embargo, la revelación de Toriyama va más allá. En el dialecto de Namek, la palabra “Piccolo” tiene un significado profundo: “Otro mundo”.
Pero, si hablamos de su identidad biológica antes de dividirse en su parte malvada (Piccolo) y su parte bondadosa (Kamisama), Toriyama confirmó que el personaje original —el hijo de Katas— no tenía un nombre propio. En Namek, los seres son identificados por su linaje o su rol social. Al llegar a la Tierra y perder la memoria, el nombre que adoptó fue el de su propia esencia: el guerrero que no pertenece a este mundo.
El “Hijo de Katas”
En las notas de producción de la saga de Freezer, se menciona que el nombre “técnico” del ser original es simplemente El hijo de Katas. Tras la fusión con Nail y, posteriormente, con Kamisama para enfrentar a Cell, el guerrero decide que ya no es ni Piccolo ni Kami, sino “El Namekiano que ha olvidado su nombre”.
Esta decisión de Toriyama subraya la evolución del personaje: alguien que define su identidad no por un nombre impuesto al nacer, sino por sus actos y sus lazos con los habitantes de la Tierra.