Mientras algunas industrias tambalean entre despidos, recortes y crisis de identidad, el anime japonés va por otro camino: el de los récords históricos. En 2024, el sector alcanzó su mayor pico de ingresos hasta la fecha y, por tercer año consecutivo, la mayor parte de sus ganancias ya viene desde fuera de Japón. La pregunta ya no es si el anime es rentable, sino cuánto más puede crecer.
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25 mil millones de razones para celebrar
El nuevo informe de la Asociación de Animaciones de Japón (AJA) puso las cifras sobre la mesa: el mercado global del anime alcanzó los 3.84 billones de yenes (unos 25.1 mil millones de dólares) en 2024. Eso representa un crecimiento del 15% respecto al año anterior, y un récord absoluto en la historia de la industria.
Por si fuera poco, el mercado internacional volvió a dejar atrás al doméstico. Japón generó 1.67 billones de yenes en ventas locales, mientras que los fans de otros países aportaron 2.17 billones. Esto confirma una tendencia imparable: el anime ya es un fenómeno global.
Streaming, conciertos y figuras: el combo perfecto
El informe no solo mide cuántos episodios de shonen o shojo se ven al año. También cuenta la música, los conciertos, los eventos, la mercancía (esas figuras imposibles de resistir) y las licencias que convierten al anime en una industria de entretenimiento total.
El mercado global creció un 14.8%, el segundo aumento más grande de la historia, y el mercado internacional brilló con un impresionante +26%, dejando muy atrás al crecimiento local del 2.8%.
Las productoras también hacen historia
Y si te preguntabas si todo esto se traduce en ingresos reales para los estudios, la respuesta es un rotundo sí. Las empresas de producción directa de anime también batieron récords, con 466.2 mil millones de yenes en ingresos (unos 3 mil millones de dólares).
El éxito en plataformas de streaming y la expansión de licencias fuera de Asia están rindiendo frutos, aunque —como en todo proceso creativo— esos beneficios se reflejan con cierto retraso en los balances de los estudios.
El anime como política de estado
Durante el evento TIFFCOM en Tokio, representantes de Bandai Namco Filmworks revelaron que quieren duplicar sus ganancias internacionales de cine para 2030, pasando del 25% actual al 50%.
Y no están solos en esta ambición: el gobierno japonés ha hecho del anime una pieza central de su estrategia cultural. El objetivo: duplicar las ventas de entretenimiento global, de 10 billones de yenes en 2028 a 20 billones en 2033. O lo que es lo mismo: más anime, en más idiomas, en más rincones del planeta.
¿Puede 2025 superar este récord?
La AJA publicará su Anime Industry Report 2025 completo en diciembre, pero ya está claro que el crecimiento no se detendrá pronto. Si el 2024 fue el año de la consolidación internacional del anime, el 2025 podría ser el año en que la industria alcance nuevas alturas.
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Y si algo ha demostrado este sector es que no tiene miedo de soñar en grande, producir en grande... y vender aún más grande. Porque cuando el anime va bien, va a lo Dragon Ball: superando su propio poder cada temporada.