Desde la muerte de Akira Toriyama, el universo de Dragon Ball ha quedado en pausa creativa. Y aunque todavía hay enemigos pendientes (sí, Black Freezer, te miramos a ti), lo cierto es que el futuro del manga de Dragon Ball Super pinta complicado.
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Con su heredero espiritual, Toyotaro, enfocado en otros proyectos y la industria moviéndose hacia el anime y los videojuegos, es hora de preguntarse si de verdad veremos un cierre digno o si simplemente debemos aceptar que Super ya fue.
Toyotarou, el fan que cumplió el sueño… y que hoy busca algo más
Toyotaro no llegó por azar. Fue un fan que pasó de dibujar doujinshis (Dragon Ball AF, ¿lo recuerdan?) a trabajar directamente con Toriyama, convirtiéndose en su mano derecha. Su ascenso es una historia de pasión hecha realidad.
Durante más de 20 años, vivió, respiró y expandió el mundo de Dragon Ball: diseñó personajes, escribió sagas completas, aportó narrativa original y dio continuidad al legado.
Pero también es cierto que llegar tan alto en una franquicia que no es tuya tiene sus límites. Por mucho amor que le tenga, Dragon Ball siempre será la serie de otro. Y tras dos décadas, es natural que Toyotaro quiera crear algo completamente suyo.
Legal, emocional y creativo: el triple bloqueo de Dragon Ball Super
Más allá del deseo personal de Toyotaro, hay factores externos que complican todo:
- Disputas legales y temas de derechos entre Toei, Shueisha y la Fundación OpenAI (sí, todavía se están reacomodando tras la reestructuración).
- El enfoque actual de la franquicia está en el anime (Dragon Ball DAIMA) y los videojuegos, donde Toyotaro nunca ha tenido un rol activo.
- Y quizás lo más importante: sin Toriyama como guía, continuar la historia implica una presión titánica que Toyotaro no está obligado a soportar.
Por ahora, su atención está puesta en proyectos nuevos, como Lost Samurai (su primer manga original) y colaboraciones con franquicias como Gundam. Todo indica que el mangaka está listo para explorar mundos propios.
No es un adiós, es un... “volvemos en otro arco”
Aunque suena a despedida, el futuro no está completamente cerrado. Como bien apuntan algunos, Toyotaro podría regresar si realmente extraña la serie, si siente que tiene algo más que aportar y, sobre todo, si puede hacerlo bajo sus propios términos.
Toriyama mismo tomó largos descansos de Dragon Ball antes de volver con nuevas ideas. Quizás Toyotarou necesita lo mismo: una pausa para encontrar la chispa. Si regresa, podría entregarnos el mejor cierre posible para el manga, no uno hecho a la fuerza, sino uno con alma.
Pero por ahora, no hay fecha, ni guion, ni señales claras. Solo el eco de una franquicia que cambió el mundo... y que tal vez ha contado ya su historia principal.
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¿Y si este es el final?
Sería triste, claro. Pero también es parte del ciclo creativo. Toyotaro merece contar nuevas historias, y nosotros, como fans, deberíamos estar listos para seguirlo en esa nueva aventura. Porque si alguien puede crear “el próximo Dragon Ball“, probablemente sea él.

