Lo queremos, sí. Pero hay que decirlo: Goku ha tomado decisiones tan absurdas como peligrosas. Y aunque su corazón está en el lugar correcto, su falta de sentido común ha puesto al universo en riesgo más de una vez. Estas son algunas de sus peores metidas de pata.
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Le da semillas mágicas a sus enemigos… porque le parece justo
Las Semillas Senzu curan cualquier herida, son un recurso valioso y escaso. Goku lo sabe, pero aún así ha decidido entregárselas a sus enemigos en más de una ocasión para que estén “al cien” antes de pelear. Cell, Piccolo, Moro… todos recibieron su regalo. Noble, sí. Pero también peligroso, y completamente innecesario.
Lanza a su hijo a pelear con Cell como si fuera una prueba escolar
Goku sabía que no podía contra Cell, así que tuvo una gran idea: que lo hiciera su hijo adolescente. Su fe en Gohan era enorme, pero su plan terminó en caos. Trunks murió, él mismo murió, y Gohan tuvo que despertar un poder que ni sabía que tenía. Todo eso se pudo haber evitado si simplemente lo hubieran enfrentado juntos.
Contrata a un asesino para que lo mate… porque quería entrenar
En Dragon Ball Super, Goku buscó al asesino más letal del universo para que intentara matarlo, como parte de su entrenamiento. No le dijo nada a nadie y todo el mundo pensó que había muerto de verdad. Afortunadamente, logró reiniciar su corazón a tiempo. Una apuesta tan arriesgada como innecesaria.
Usa el Kaio-Ken más allá de sus límites aunque le advirtieron que podía morir
Desde los primeros arcos, Goku ha forzado esta técnica hasta niveles peligrosos. Lo hizo contra Vegeta, contra Freezer, y lo repitió en Dragon Ball Super combinándola con Super Saiyan Blue. Terminó con trastornos de Ki que casi lo dejan fuera de combate. Una y otra vez ignora las advertencias, solo por buscar más poder.
Rompe los pendientes de fusión para poder pelear solo contra Buu
Cuando todo parecía perdido, Goku tenía la opción de fusionarse con Vegeta para vencer a Kid Buu de forma definitiva. Pero prefirió destruir los pendientes y pelear solo, argumentando que quería enfrentarlo “a su manera”. Considerando que el enemigo ya había destruido la Tierra, no parece la mejor decisión.
Se lanza al infierno sin plan, y termina atrapado por Freezer y Cell
En Dragon Ball GT, Goku decide entrar al infierno para arreglar una grieta dimensional, pero sin estrategia alguna. Termina atrapado, y Piccoro tiene que sacrificarse para ayudarlo a regresar. Otra aventura innecesaria provocada por su impulso de lanzarse primero y pensar después.
Se hace amigo del ser que puede borrar el universo con un chasquido
Zeno, el Rey de Todo, es el ser más poderoso del multiverso, con el poder de destruir universos enteros con un gesto.
Goku, en lugar de tratarlo con respeto y cautela, decide volverse su amigo, sin medir las consecuencias. Por ahora no ha pasado nada, pero la posibilidad de una catástrofe por una broma mal entendida siempre está ahí.
Deja que Gohan conserve su cola, aunque sabe lo peligroso que es
Goku sufrió en carne propia lo que puede pasar si un Saiyajin con cola ve la luna llena. Aun así, permitió que Gohan conservara la suya, lo que llevó a transformaciones descontroladas en varias ocasiones. Pudo haberlo evitado llevándolo con Kami para quitársela, como hizo él mismo. Pero no lo hizo.
Sabe que Super 17 absorbe energía… y le lanza más energía
Durante su pelea con Super 17 en Dragon Ball GT, Goku sabe perfectamente que el androide puede absorber energía para volverse más fuerte. Aun así, decide bombardearlo con ataques de Ki, solo para ver si lo sobrecarga. No lo logró, y solo volvió la batalla más complicada.
Confía en Freezer para salvar el universo… y ahora es más peligroso que nunca
En el Torneo de Poder, Goku elige a Freezer como reemplazo de último minuto, a pesar de su historial. La apuesta salió bien en ese momento, pero también permitió que Freezer reviviera, se hiciera más fuerte y volviera como una amenaza mayor. Un movimiento que pudo haber costado muy caro.
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Goku es un héroe… con el peor juicio del universo
No hay duda: ha salvado al mundo muchas veces. Pero si algo ha demostrado Goku es que su instinto por pelear a toda costa y su confianza ciega en el poder pueden ser tan peligrosos como los villanos que enfrenta. Sigue siendo un ícono, claro, pero también el responsable de algunos de los errores más grandes de la saga.