Sony y AMD han dado un vistazo a las tecnologías que están desarrollando para impulsar la tarjeta gráfica de la próxima consola PlayStation. Este adelanto se enmarca en un esfuerzo conjunto conocido como Project Amethyst, cuyo objetivo es redefinir el rendimiento gráfico y la inmersión visual en la siguiente generación.
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El foco principal de la alianza es cerrar la brecha que AMD históricamente ha tenido frente a las soluciones RTX de NVIDIA en el área de trazado de rayos (ray tracing), una técnica de renderizado cada vez más esencial en los juegos modernos. Según Jack Huynh, vicepresidente de AMD, “intentar forzar el trazado de rayos solo con potencia bruta no escala”, lo que subraya la necesidad de una arquitectura completamente nueva.
Aunque estas tecnologías existen por ahora solo en simulaciones, representan un cambio de paradigma en el diseño de hardware para consolas.
Las tres innovaciones clave de Project Amethyst
El Project Amethyst introduce tres avances fundamentales diseñados para la próxima PlayStation, centrándose en el aprendizaje automático (machine learning) y la optimización de datos:
- Neural Arrays: esta es quizás la innovación más radical. Permite que las unidades de cómputo de la GPU trabajen de forma cooperativa, compartiendo y procesando datos en coordinación como un solo motor de Inteligencia Artificial (IA). Este diseño supera la limitación de las generaciones anteriores, donde cada unidad operaba de manera independiente. Neural Arrays permitirá procesar grandes porciones de la pantalla simultáneamente, optimizando el escalado de imagen y el rendimiento en renderizado neuronal.
- Radiance Cores: son bloques de hardware dedicados específicamente a potenciar el trazado de rayos (ray tracing) y el path tracing en tiempo real. Esta adición hardware busca aumentar la velocidad y la fidelidad de la iluminación, sombras y reflejos, acercando la calidad gráfica de AMD a lo que NVIDIA ofrece con sus tecnologías de reconstrucción de rayos.
- Universal Compression: una nueva técnica de compresión de datos que evalúa y comprime todos los datos disponibles dentro de la GPU. Esta optimización es crucial para reducir drásticamente el uso del ancho de banda de la memoria, manteniendo un alto rendimiento sin sacrificar la eficiencia, un aspecto vital para el diseño de hardware de consola.
Sony y AMD buscan que estas innovaciones se traduzcan en una experiencia de usuario más inmersiva y visualmente avanzada, elevando el estándar de calidad gráfica que los jugadores esperarán de la próxima generación de PlayStation.