Cuando Ubisoft anunció un nuevo contenido gratuito para Assassin’s Creed Mirage, más de uno levantó la ceja. ¿Un DLC con mapa nuevo y misiones sin cobrar un centavo? Parece un regalo… pero no exactamente de Ubisoft. Detrás del contenido hay algo más complicado: dinero saudí, política internacional y una plantilla de desarrolladores muy incómoda.
Te puede interesar: [Final Fantasy VII Remake rompe barreras y llega a diversas plataformas]
¿Gratis… pero a qué precio?
A simple vista, todo suena bien: Assassin’s Creed Mirage se amplía con un DLC ambientado en AlUla, una ciudad histórica en Arabia Saudí declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el juego, Basim, protagonista de Mirage, explorará esta zona rica en historia y arquitectura.
El anuncio se hizo en Riad, durante la New Global Sport Conference, un evento financiado por Arabia Saudí. Allí, el mismísimo presidente de Ubisoft, Yves Guillemot, apareció para presentar el contenido como parte de una colaboración cultural.
¿La realidad? Todo apunta a que este DLC fue financiado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF). Y aunque Ubisoft oficialmente no lo ha confirmado (“no comentamos rumores”, dicen), las piezas encajan solitas.
Dentro de Ubisoft, el malestar es real
Según un informe de GameFile, durante una reunión interna, un empleado no se guardó nada y preguntó directamente si valía la pena asociarse con un gobierno señalado por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi solo para conseguir financiamiento para un DLC.
La respuesta oficial fue… evasiva. Básicamente, Ubisoft se escudó en que la visita de Guillemot fue parte de una delegación diplomática francesa (liderada por Emmanuel Macron), como si eso lo hiciera más aceptable. Spoiler: no ayudó mucho a calmar las cosas.
“El dinero no es de MBS”… ¿seguro?
Ubisoft intentó diferenciar al Fondo de Inversión Pública del príncipe heredero Mohammed Bin Salman (MBS). Alegan que el dinero no es directamente de él y que colaborar no significa “abandonar los valores democráticos” de la empresa.
¿El problema? El FIP está bajo el control directo de MBS, así que esa separación suena más a excusa que a argumento sólido.
“Tenemos el control creativo”… pero el debate sigue
Ubisoft ha insistido en que, a pesar de la financiación, el control creativo del contenido es completamente suyo. También señalaron que el DLC fue desarrollado con apoyo de historiadores y expertos locales, lo que suena genial desde el punto de vista de la autenticidad histórica… pero no tanto desde el ético.
Aunque el contenido promete ser interesante para los fans, el tema de fondo es complejo. ¿Dónde está la línea entre colaboración cultural y lavado de imagen?
Te puede interesar: [Solo le tomó un día: Borderlands 4 ya es el éxito más grande de la franquicia]
¿Es el comienzo de más controversias?
Este no es el primer caso en que la industria del gaming se ve envuelta en cuestiones políticas, y con la creciente presencia de inversiones saudíes en el sector, no será el último. Por ahora, Ubisoft enfrenta críticas externas e internas, y aunque el DLC será gratuito, el costo en reputación podría salir bastante caro.
¿Lo vas a jugar? Seguro. Pero mientras tanto, la discusión detrás del contenido sigue más viva que nunca.

