Sí, Windows ha evolucionado. Se ve más bonito, va más rápido... pero también se ha vuelto más amnésico. Hoy en día, intentar jugar a un clásico de los 90 en Windows 11 es casi como intentar poner un casete en un iPhone. Simplemente, no funciona.
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Pero calma, que hay solución. Y no, no necesitas sacrificar una cabra al dios de los emuladores para que funcione. Solo necesitas una máquina virtual con Windows 98. ¿Suena complicado? Para nada. Aquí te lo explico paso a paso, sin dramas.
¿Qué necesitas? Solo dos cosas: VirtualBox y Windows 98
La estrella del show es VirtualBox, un programa gratuito que te permite crear una máquina virtual. Es decir, un “PC dentro de tu PC” que piensa que está en 1998.
Primero, descárgalo desde su sitio web oficial. Lo instalas como cualquier otro programa. Fácil.
Ahora, necesitarás una imagen ISO de Windows 98. No está disponible en la web de Microsoft (ya te imaginas por qué), pero puedes encontrarla en Internet Archive. También vas a necesitar una licencia, porque en esa época sí te pedían la clave al principio.
Paso a paso para instalar Windows 98 en VirtualBox
- Abre VirtualBox y haz clic en “Nueva”.
- Escribe “Windows 98” como nombre y selecciona la imagen ISO que bajaste.
- Asigna memoria RAM: 64 MB es lo básico, pero puedes subirlo hasta 256 MB.
- En “Procesadores”, elige uno. Más que suficiente.
- Para el disco duro virtual, 2 GB son más que suficientes.
- Revisa el resumen y haz clic en “Terminar”.
- Con la máquina virtual creada, presiona “Iniciar”.
- Elige “Boot from CD-ROM” y luego “Start Windows 98 Setup from CD-ROM”.
- A partir de aquí, sigue los pasos en pantalla: formatear disco, instalar… lo clásico.
Unos minutos después, estarás viendo el escritorio de Windows 98. Sí, el fondo azul con las ventanas cuadradas. Nostalgia pura.
¿Y ahora cómo meto mis juegos?
Ahí viene el truco: Windows 98 no se lleva bien con las funciones modernas para compartir archivos, así que hay que hacerlo al estilo noventero: con una carpeta compartida por red.
- Abre el Panel de control > Red.
- Activa “Cliente para redes Microsoft”.
- Luego activa “Compartir archivos e impresoras”.
- Crea una carpeta en el escritorio, haz clic derecho > Compartir.
- Desde tu PC anfitrión podrás verla y transferir los juegos.
No es tan directo como arrastrar y soltar, pero funciona.
Mejora la resolución y los colores, porque 640x480 ya no da
Por defecto, Windows 98 piensa que estás usando un monitor del tamaño de una caja de cereales. Para arreglarlo, puedes instalar drivers gráficos mejorados.
- Descarga una ISO con los controladores (hay varias disponibles en comunidades de retrocomputación).
- Ve a la configuración de la máquina virtual > Almacenamiento.
- Añade la ISO como unidad de CD.
- Inicia la máquina virtual, abre el “Administrador de dispositivos”.
- Busca “Adaptadores de pantalla”, entra y selecciona “Actualizar controlador”.
- Elige la unidad donde está la ISO.
- Tras la instalación, podrás cambiar la resolución a 1280x600 y colores de 16 bits. ¡Mucho mejor!
¿Y qué ganas con todo esto?
Poder jugar clásicos como Doom II, StarCraft, SimCity 2000, Age of Empires, Theme Hospital y cualquier joya de la época sin peleas con tu PC moderna.
Y no solo eso: también puedes revivir programas viejos, usar disquetes virtuales y básicamente tener una máquina del tiempo digital.
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En resumen
Si tu computadora moderna no quiere saber nada de esos juegazos retro, no te rindas. Con VirtualBox y un poco de paciencia, puedes traer de vuelta los 90 y jugar como si el Y2K aún fuera una amenaza real.