Dragon Ball es sinónimo de energía desbordante, peinados imposibles, villanos con muchos músculos… y ataques con nombres tan memorables como ruidosos. Sin embargo, para sorpresa de muchos fans, Akira Toriyama, el genio detrás de la serie, no era precisamente fan de esa costumbre tan arraigada en el anime: gritar el nombre de las técnicas en plena acción.
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En una entrevista que dio en 1995, Toriyama confesó algo que rompió más de un corazón otaku: no le gustaba ponerle nombre a los ataques. Según él, en una pelea a muerte nadie tendría tiempo (ni aliento) para anunciar lo que va a hacer. Tiene un punto, ¿no?
“Te agotarías gritando el nombre de la técnica”, dijo con toda la lógica del mundo.
Kamehameha: el ataque que se salvó (más o menos)
Curiosamente, el único nombre que Toriyama no ideó fue el del legendario Kamehameha. Ese se lo debemos a su esposa, que se inspiró en el rey Kamehameha de Hawái.
El resto, como el Makankōsappō (el “Rayito” de Piccoro para los amigos) o el Final Flash de Vegeta, sí salieron de la cabeza de Toriyama. Y aunque los inventó con cariño, prefería no ponerles nombres en absoluto.
Aun así, terminó cediendo. Los editores lo convencieron de que a los fans les encantaría, y vaya si tenían razón. Hoy en día, esos nombres son parte esencial del ADN de la serie, y se gritan en convenciones, peleas imaginarias y hasta en la ducha.
¿Y el regreso de Dragon Ball Super? Sigue en pausa…
En cuanto a la esperada continuación de Dragon Ball Super, las noticias no son tan energéticas como un Kamehameha. Aunque Toyotaro, el actual dibujante del manga, expresó su deseo de seguir con la historia, todo depende de las decisiones corporativas de Shueisha y Toei Animation.
Y entre negociaciones y papeleos, el regreso aún se ve lejano.
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Por ahora, toca tener paciencia y seguir entrenando como Goku mientras esperamos. Eso sí, sin gritar técnicas… a menos que quieras molestar a Toriyama.