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A Akira Toriyama le pusieron una condición para terminar Dr. Slump e iniciar Dragon Ball: La cumplió

Menos mal.

Goku y Arale
Goku y Arale Goku y Arale

A veces, para cerrar un capítulo, hace falta escribir uno aún mejor. Y eso fue exactamente lo que le pasó a Akira Toriyama. Antes de crear Dragon Ball, el icónico mangaka ya tenía un hit entre manos: Dr. Slump. Pero aunque a los fans les encantaba la serie, Toriyama ya no la estaba pasando tan bien.

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Después de años creando chistes semanales para su manga de comedia, Toriyama se sintió agotado. Estaba listo para soltar el lápiz… pero Shonen Jump tenía otros planes.

Según el libro Dr. Mashirito’s Ultimate Manga Techniques, escrito por su exeditor Kazuhiko Torishima, Toriyama no tenía permiso para renunciar a Dr. Slump... a menos que inventara algo aún mejor.

Un trato algo desquiciado… pero funcionó

“¿Quiéres dejar tu serie? Perfecto. Pero solo si haces otra que la supere”. Esa fue la consigna que recibió Toriyama por parte del subeditor de Shonen Jump. ¿Presión? Muchísima. Pero también fue la chispa que encendió algo legendario.

Toriyama y su editor Torishima empezaron a buscar la fórmula mágica. Él creó varios one-shots como Pink y Chobit, pero ninguno logró enganchar a la audiencia. Sin saber qué más hacer, Torishima fue personalmente a la casa de Toriyama en Nagoya para hablarlo cara a cara.

Y ahí apareció una inspiración inesperada: la esposa de Toriyama, Yoshimi Katō, comentó que él tenía la costumbre de dibujar mientras veía películas de kung-fu, especialmente de Jackie Chan. Torishima tuvo una idea simple pero brillante: “¿Y si hacés un manga de kung-fu?”

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De un niño con alas de dragón a un mono con cola

Así nació Dragon Boy, un one-shot protagonizado por un chico experto en artes marciales que protege a una princesa bastante molesta. El experimento funcionó: gustó tanto que superó los rankings de popularidad en la revista. Y ese pequeño Dragon Boy fue el primer paso hacia algo mucho más grande.

De ahí evolucionó Son Goku, con su cola de mono, su bastón mágico y su amor por las peleas. El resto es historia: Dragon Ball se convirtió en uno de los mangas más influyentes de todos los tiempos.

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A veces, todo empieza con una condición loca

Akira Toriyama solo quería descansar, pero terminó creando una de las franquicias más queridas del planeta. Todo porque alguien en Shonen Jump le dijo: “Mostrame algo mejor.” Y vaya si lo hizo.

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