El camino de Sony con sus consolas de PlayStation, ha sido largo en la historia de la industria de los videojuegos. Salieron al ruedo a finales de 1994 (1995 en nuestro continente) con la PS1 y desde entonces, con altos y bajos, no han parado de cosechar éxitos.
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La potencia de sus consolas, adheridas al avance de las tecnologías del momento, ha ido cambiando a lo largo de los años. El power que tiene la PS5 era algo impensado para quienes disfrutamos de Metal Gear o FIFA 99 en el primer aparato que sacaron en la segunda parte de la década de 1990.
En total, son siete generaciones de consolas de Sony. La potencia de procesamiento ha experimentado un crecimiento exponencial, permitiendo a los desarrolladores crear juegos con gráficos más realistas, mundos más grandes y experiencias más inmersivas.
¿Pero cómo se mide la potencia de una consola? Una de las unidades de medida más utilizadas es el TFLOP (TeraFLOPS), que equivale a un billón de operaciones de punto flotante por segundo.
Aquí hay una comparación de la potencia de cada modelo de PlayStation en TFLOPs, según reseña Área Jugones:
- PS1 (1994): 0.00019 TFLOPs
- PS2 (2000): 0.0062 TFLOPs
- PS3 (2006): 218.7 TFLOPs
- PS4 (2013): 1.84 TFLOPs
- PS4 Pro (2016): 4.2 TFLOPs
- PS5 (2020): 10.3 TFLOPs
Como podemos observar, la PS5 es aproximadamente 54.000 veces más potente que la PS1 en términos de TFLOPs.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la potencia bruta no es el único factor que determina la calidad de una consola. Otros factores como la arquitectura de la CPU y GPU, la memoria, el almacenamiento y el software también son importantes.
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A pesar de esto, los TFLOPs nos dan una idea general de la capacidad de una consola para ejecutar juegos con mayor complejidad. Algunos ejemplos de cómo la potencia de las PlayStation ha permitido a los desarrolladores crear juegos más impresionantes son:
- PS3: Uncharted 2 y Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots fueron posibles gracias a la arquitectura Cell Broadband Engine de la PS3.
- PS4: The Last of Us Part II y Red Dead Redemption 2 fueron posibles gracias a la potente CPU y GPU de la PS4.
- PS5: Ratchet & Clank: Rift Apart y Demon’s Souls son ejemplos de lo que es posible con la potencia de la PS5.
El futuro de la PlayStation se ve muy brillante. Con la potencia de la PS5 y las nuevas tecnologías como la realidad virtual y el streaming de juegos, podemos esperar juegos aún más impresionantes en los próximos años.
