La idea de una inteligencia artificial general (AGI), capaz de tener habilidades cognitivas a nivel humano o IA fuerte, ha generado muchas discusiones. Estas máquinas podrían realizar cualquier tarea intelectual humana y han inspirado numerosos relatos de ciencia ficción.
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“Afortunadamente”, aún estamos lejos de alcanzar este nivel de inteligencia artificial. Sin embargo, estamos más cerca de otro tipo de IA que destaca por su capacidad de autosuficiencia y autonomía: la Inteligencia Artificial Sintética.
La Unión Europea ha dado un gran paso recientemente al anunciar un acuerdo provisional para la creación de la primera Ley de Inteligencia Artificial (IA) del mundo.
Esta nueva regulación podría motivar el desarrollo más profundo de la Inteligencia Artificial Sintética, especialmente en el contexto de normas que limitan el uso de material con derechos de autor, una fuente tradicional de alimentación para muchas IA.
La IA sintética se refiere a una forma de inteligencia creada por el ser humano que no es simplemente una imitación o algo artificial, sino una forma auténtica de inteligencia.
Puede generar sus propios conocimientos para crear nuevos contenidos e ideas, prescindiendo del uso masivo de conjuntos de datos donde los derechos de autor pueden vulnerarse.
La nueva normativa de la UE exige transparencia y cumplimiento de la ley de derechos de autor en la utilización de obras para entrenar a la IA. Se requerirá la publicación de resúmenes explicativos del contenido utilizado, garantizando así la transparencia y el cumplimiento de la legislación de derechos de autor.
Esta regulación de la IA Sintética en la UE ha despertado el interés de numerosas startups que apuestan por esta tecnología.
Ejemplos incluyen la italiana Aindo, que ya ha recibido financiación. La generación de datos sintéticos se presenta como una frontera emergente crucial para entrenar modelos sin limitaciones del mundo real, y diversas empresas están explorando su potencial en este campo.