Las autoridades de China acaban de desmantelar una importante operación ilícita en donde miles de smartphones fueron utilizados para crear una granja de “audiencia” virtual dedicada única y exclusivamente a inflar las cifras reales de visualizaciones en distintos canales de redes sociales.
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Lo más desconcertante es que esto apenas representaría la punta de un iceberg mucho más denso y complejo, en donde la simulación de éxito y la proyección de una imagen falsa parece ser el eje rector de un negocio cada vez más torcido.
Recordarán el artículo que publicamos en agosto de 2023, en donde dábamos cuenta de como las empresas dedicadas a la creación de granjas de bots en el pasado por fin habían evolucionado para llegar a su siguiente nivel: las granjas de Influencers.
Se trata, igual que con los bots, de un bunkers o instalaciones igual de improvisadas, en donde se ha montado toda la infraestructura para producir en masa la ilusión de canales de promoción orgánicos que en realidad son orquestados por un mismo ente.
El bot ahora es un sujeto que se hace pasar por un influencer natural, pero que en realidad es empleado de esta ¿compañía? y que se dedica a generar contenido para promocionar productos ante su comunidad de seguidores incautos.
Lo que resultaba casi inexplicable es que estos canales acumulaban miles de reproducciones cuando el contenido en muchos de los casos es absolutamente mecánico y manipulativo. Hoy comprendemos por qué seguía siendo un “éxito”.
China desmantela una granja de 26 mil smartphones que inflaba cifras de reproducción de redes sociales e influencers
Un reporte de los amigos de China Daily relata cómo la policía de la provincia oriental china de Anhui arrestó recientemente a 24 personas, responsables al parecer de alimentar una granja de 26 mil smartphones dedicados a inflar cifras de visualizaciones en canales de compras en línea y redes sociales.
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Los detenidos compraban grandes cantidades de teléfonos inteligentes y los modificaban para poder operarlos simultáneamente a gran escala. En otras palabras, aplicaban los mismos principios técnicos que con una granja de bots.
Solo que aquí cuando recibían encargos de presentadores de las sesiones de venta en directo, los detenidos usaban estos teléfonos modificados para conectarse a los canales indicados, en los cuales interactuaban con los vendedores, generando la sensación de que su estrategia contratada de promoción sí era efectiva.
De esta forma, creaban la ilusión de que los canales de venta y sus influencers eran populares y de que los productos eran de alta calidad, lo que incitaba a los consumidores incautos a realizar pedidos cuando en realidad todo era una simulación en buena medida.
La policía al final terminó confiscando los 26.000 teléfonos móviles utilizados por los detenidos, así como un gran volumen de datos que demuestran su actividad delictiva.