El arco de Majin Buu en Dragon Ball Z marcó el final de Akira Toriyama con las aventuras de los Guerreros Z. El sensei quería descansar justo en uno de los momentos de mayor hype de sus historias.
Fue una situación que llevó a Toei Animation a continuar con la serie de televisión animada, con el permiso del mangaka, pero sin su participación en los guiones o ilustraciones.
Así nació Dragon Ball GT; odiado por unos y amado por otros. El animé, que no forma parte del canon, tiene elementos que no convencieron a los fanáticos de la serie, pero también registra algunas cositas interesantes entre las que destacan transformaciones y villanos realmente poderosos.
Una de esas es la del Super Saiyajin 4, según reseña Nintenderos, una obra diseñada por Katsuyoshi Nakatsuru, y en la que Akira Toriyama no tuvo absolutamente nada que ver. Esta impresionante transformación, a la que se llega después del Ozaru Dorado controlado, fue realizada por Goku en uno de los puntos más emocionantes de Dragon Ball GT.
Además, significaba que Goku regresaba a su tamaño original; salía del hechizo de las Esferas del Dragón que lo sometieron a regresar a ser un niño.
Con el paso de los años, aunque muy lejos de lo que fue Dragon Ball Z, GT se ha ganado un cariño especial por tener estos pequeños detalles que incluso fueron tomados en cuenta por el mismísimo Akira Toriyama.
El mangaka japonés se dedicó a dibuja su propia versión de Goku en Super Saiyajin 4 y el resultado fue realmente brutal.


