Es imposible dudar del éxito del Nintendo DS. Es, con un amplio margen, la segunda consola de videojuegos más vendida de la historia. Sólo la supera la Sony PlayStation 2 y tiene por debajo (a 32 millones de ejemplares de distancia) a la Nintendo Switch.
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Pero hoy no venimos a hablar de su indudable calidad y las horas increíbles de juego que nos dio. Para esta reseña nos convoca una historia que puede ser tan triste como insólita. El relato tiene drama, nostalgia, suspenso y un giro inesperado.
Un pequeño niño perdió su Nintendo DS, casi que recién comprado, en el 2007. La consola, por muy extraño que suene, apareció 16 años más tarde: estuvo a tan solo metros de distancia.
El sitio web de Level-Up se hace eco de este relato hecho por el usuario Ryebredrox. Esta persona cuenta que perdió la consola portátil en el 2007 y a partir de este suceso elucubró cuántas teorías se le pasaron (a él y a su familia) por la cabeza.
Lo primero que pensaron fue que la robaron. El usuario era un niño y en un descuido los amigos de lo ajeno la pudieron haber tomado sin permiso. Otra de las teorías sobre la extraña desaparición fue que el pequeño la había dejado olvidada en alguna de las salidas familiares.
En concreto hubo un hecho del que no pudieron escapar: ese Nintendo DS se perdió. Ahora, 16 años más tarde, en pleno 2023, unas modificaciones en la casa de los padres del entonces niño hizo que una consola apareciera desde las profundidades.
En el patio de esta casa había una caja de arena para que los niños jugaran. Ese Nintendo DS quedó enterrado bajo la Tierra y fue en las remodelaciones de la casa que apareció la consola.
Obviamente quedó totalmente inservible. El mismo Ryebredrox publicó fotos de cómo se halló el dispositivo de Nintendo.
