Haciendo honor a su nombre, gran parte de las aventuras de Dragon Ball gira alrededor de las esferas del dragón. Con el paso del tiempo y el incremento en los niveles de las peleas de artes marciales han perdido protagonismo. Pero estos talismanes siempre han estado presente en la obra de Akira Toriyama.
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A medida que avanzan las historias se han mostrado diferentes tipos de esferas del dragón. Las primeras que conocimos eran unas pequeñas bolas que nuestros personajes podían agarrar con la palma de una mano.
Todos quedamos sorprendidos cuando vimos las esferas del dragón de Namekuseí. Tenían un Shenlong más poderoso y capaz de cumplir tres deseos de un solo tajo. No podían revivir a toda una población en un solo pedido y por lo tanto las resurrecciones eran individuales.
Sin embargo, lo más asombroso del caso es que su tamaño superaba por mucho a las de la Tierra. Era casi imposible esconderlas, en caso de que un enemigo también las estuviese buscando con alguna finalidad malvada.
Puar se adelantó al tamaño
El creador de contenidos, Antonio Sánchez, de Hobby Consolas, publica una reseña en la que detalla diferentes escenarios de los primeros arcos de Dragon Ball. Y en su paseo por esas aventuras en las que Goku era un niño, recién había conocido a Bulma y Yamcha y Puar todavía eran enemigos, se dio cuenta de la premonición de Puar.
Mientras Yamcha y Puar espían a Bulma y a Goku, el pequeño personaje ve una de las esferas y dice que siempre había pensado que los talismanes eran del tamaño de una pelota de fútbol; tal cual aparecen en Namekuseí.
Entonces, nosotros nos preguntamos si esto fue una simple casualidad o premonición. Recordemos que Puar es un ser mágico con poderes bastante útiles. Por lo tanto, no sería descabellado pensar que este personaje, mezcla de gato y conejo, tenía en ese entonces una información que todos ignorábamos.
