Las esferas del dragón representan a uno de los elementos primordiales sobre los que se edifican las aventuras de Dragon Ball. A lo largo de la historia han ido perdiendo protagonismo, pero también han aparecido nuevas versiones que traen diferentes características que las separan de las anteriores.
Muchos han sido los usuarios de las famosas esferas del dragón. Para bien o para mal, Shenlong sale cuando las reúnen y dependiendo del Kami Sama de la Tierra o del Patriarca en Namekusei responde al deseo que pida quien sea que las haya reunido.
Y hasta ahora ese era el poder principal de los famosos talismanes de las historias escritas por Akira Toriyama: servir como fuente de deseo para quienes las logren juntarlas todas. Era, hasta este momento, la representación de la lámpara y el genio en la cultura árabe.
Sin embargo, tuvieron que pasar más de 30 años para que todos, incluso los mismos personajes de Dragon Ball, notáramos que tienen consigo un poder oculto que beneficia directamente al planeta en el que fueron creadas por el integrante de la raza Namek.

El poder oculto de las esferas del dragón
La misteriosa capacidad de las esferas del dragón nos llegó a todos como una epifanía en el episodio 61 del manga de Dragon Ball Super, durante el arco de Moro, según reseña Alfa Beta Juega. Este villano galáctico que representa una amenaza para los planetas enteros es capaz de fusionarse con los mundos.
Entonces, de esta manera los consume y así los puede destruir o matar a sus habitantes. Para que los Guerreros Z pudieran revertir esta eventualidad que estaba sufriendo la Tierra, Vegeta aplicó una técnica llamada Partición Forzada de Espíritu.
La misma es capaz de separar cualquier fusión que haya realizado un rival de quien la ejecuta. Y en ella, el practicante también puede sacar la energía que un ser como Moro haya absorbido de un mundo.
En su recorrido universal, el devora mundo consume energías por doquier. Entonces, cuando Vegeta le aplica la técnica le devuelve el poder a los diferentes mundos que atacó Moro.
A unos planetas les vuelve esa energía, pero eso no es suficiente para resucitar a las víctimas mortales. Esta particularidad solo ocurre en el planeta Nuevo Namek, donde hay esferas del dragón.

Cuando Vegeta divide a Moro y la energía se va a los mundos de donde la robó en Nakek hay resurrecciones, entonces, Dendé explica que las esferas del dragón cuentan con una magia que permitió preservar los cuerpos de las personas que murieron de forma indirecta en el ataque de Moro.
Esta misma situación de podría registrar en la Tierra: un poder oculto natural que ofrece la simple existencia de las esferas del dragón.
