El tercer gran enemigo de Dragon Ball Z viene de una vieja amenaza que todos pensamos que había sido exterminada por Goku: la Patrulla Roja (RR).
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El Dr. Maki Gero fabricó unas máquinas con el simple objetivo de matar al saiyajin criado en la tierra y después sembrar el mal en el mundo. En un futuro alternativo lo lograron, pero un viajero del tiempo logró alertar a los Guerreros Z y estos pudieron revertir la situación.
Se trata de los androides Número 17 y Número 18, quienes ahora sorprendentemente juegan para el equipo del bien. Llegaron a ser tan peligrosos que ni siquiera Vegeta, Piccolo y Gohan pudieron con ellos en el futuro catastrófico de Trunks: evidencia de lo mucho que pueden cambiar dos realidades con solo mover una piedra.
Para el Dr. Maki los androides 17 y 18 son un simple número que identifica y sigue una secuencia de sus creaciones. Recordemos que hay androides desde el 8 hasta el 20. Algunos fueron exitosos y otros un completo fracaso; unos son totalmente robóticos y están los que son una combinación de partes biológicas mejoras.
Precisamente este último caso que mencionamos es en el que se ubican Número 17 y Número 18. Ambos son hermanos gemelos que sufrieron un accidente y el Dr. Gero los encontró, los salvó y experimentó con ellos en un laboratorio.
Por lo tanto, ambos tienen sus nombres de origen, solo que después de las modificaciones que sufrieron continuaron sus vidas con los nombres que adquirieron por parte de la Patrulla Roja.
Nombres de Número 17 y Número 18
Según lo reseña el portal Ezpoiler los nombres de estos dos androides nunca han sido mencionados en el anime. Fue el mismo Akira Toriyama quien aclaró este detalle en un tomo coloreado de la edición especial del manga de Dragon Ball Z, llamado Dragon Ball Full Color.
Allí se especifica que Número 17 en realidad se llama Lapis y que Número 18 se llama Lazuli. Es un juego de palabras del sensei Toriyama que se origina del término Lapislázuli, una piedra semipreciosa de color azul marino que se puede encontrar, entre otros países, en Chile.
En el territorio chileno, la piedra Lapislázuli se encuentra en el yacimiento Flor de los Andes, situado a unos 3.600 metros de altura en la cordillera de Ovalle, en la región de Coquimbo, en el norte del país austral.
Obviamente Akira Toriyama no viajó hacia Chile para después nombrar a los androides 17 y 18, pues esta piedra semipreciosa se encuentra también en dos ciudades de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Angola, Birmania, Pakistán, Rusia y en Argentina. Pero es un simple dato de color para destacar cómo todo el mundo tiene un pedacito de Dragon Ball.