¿Crees que tener que aceptar las cookies era el colmo de la invasión a la privacidad? ¡Prepárate! Lo que viene es mucho peor. La neurotecnología, esa disciplina que crea gadgets y apps capaces de leer (y potencialmente escribir) en tu cerebro, ya está aquí. Y el problema es tan serio que la UNESCO ha tenido que intervenir de emergencia.
La organización ha lanzado una guía ética global porque el pánico es real: la Big Tech está a punto de acceder a tu “privacidad mental”. Ya no se trata de lo que tecleas, sino de lo que piensas, sientes y sueñas.
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El nuevo campo de batalla: Tu cabeza
La neurotecnología solía ser material de ciencia ficción (o del laboratorio de Elon Musk, Neuralink). Hoy, hay dispositivos comerciales que se usan para todo. Algunos relacionados con “Juegos y Ocio”, como diademas que miden la concentración para videojuegos o apps de meditación.

También en “Salud Mental”. Dispositivos para regular el sueño o mitigar la ansiedad leyendo tus ondas cerebrales. Y lamentablemente en esto , también hay “Marketing Oculto”. Empresas que miden tu respuesta emocional (literalmente, cómo reacciona tu cerebro) a un anuncio o producto.
El problema que ve la UNESCO es la extracción masiva de datos neuronales sin regulación. Tus ondas cerebrales, tu ritmo cardíaco y tus respuestas emocionales son datos biométricos mucho más íntimos que tu huella dactilar.

Si una empresa sabe exactamente qué estímulo visual provoca miedo, hype o deseo en tu cerebro, tu capacidad de tomar decisiones libres se diluye. Es la manipulación a nivel subatómico.
La carta de derechos mentales: ¿Qué exige la ONU?
Para combatir esta tiranía cerebral, la UNESCO ha aprobado una Guía Ética para la Neurotecnología que busca establecer líneas rojas antes de que sea demasiado tarde. Los puntos clave se centran en proteger lo que llaman los “Neuro-Derechos”:
- Privacidad Mental: Tienes derecho a que tus datos cerebrales no sean vendidos, leídos o descifrados sin tu consentimiento explícito. ¡Tu cabeza es tu caja fuerte!
- Identidad Personal y Autonomía: Nadie tiene derecho a modificar tu personalidad o manipular tus procesos mentales. ¡Mantén tu propia identidad!
- No Discriminación Algorítmica: Si un algoritmo determina que tienes un alto nivel de estrés o ansiedad (basado en tus ondas), no deberían poder negarte un trabajo o un seguro.
El escenario Ciberpunk de la neurotecnología
El informe subraya que si no regulamos esto ahora, el futuro será distópico. ¿Y si se genera una brecha cognitiva? Solo la élite podrá pagar por chips o apps para mejorar la memoria o la concentración, dejando atrás a quienes no pueden.

¿Podría haber control emocional? Con sistemas operativos que ajustan tus niveles de dopamina o estrés según las necesidades de tu empleador. ¿Y si aplican Neuro-Vigilancia? Gobiernos que monitorean la “salud emocional” o la disidencia leyendo patrones cerebrales. ¿Hasta a donde pueden llegar?
Por esto, la UNESCO está pidiendo una pausa reflexiva y una legislación que trate los datos cerebrales como información de máxima seguridad, porque una vez que se filtra lo que piensas, ¡ya no hay marcha atrás!

