Una nueva herramienta de Inteligencia Artificial (IA), desarrollada en el marco del proyecto internacional Multicentre Epilepsy Lesion Detection (MELD), está transformando el diagnóstico de la epilepsia infantil. Este algoritmo es capaz de identificar anomalías cerebrales sutiles que, hasta ahora, solían pasar desapercibidas en las resonancias magnéticas convencionales, incluso tras ser revisadas por radiólogos especializados.
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La anomalía más común en la epilepsia infantil que no responde a medicamentos es la Displasia Cortical Focal (DCF), una lesión cerebral que puede ser curada o mejorada con una intervención quirúrgica. Sin embargo, se estima que hasta la mitad de estas lesiones no se detectan con los métodos tradicionales, lo que retrasa años el acceso a terapias efectivas para los niños.
MELD Graph: La precisión de la IA supera a la detección humana
La herramienta, denominada MELD Graph, fue entrenada con 1.185 resonancias magnéticas (casi la mitad de ellas de menores de edad) provenientes de 23 centros de epilepsia de todo el mundo. Su capacidad fue puesta a prueba en un estudio publicado en JAMA Neurology.
Los resultados demostraron la notable eficacia del algoritmo:
- Detección de Anomalías: MELD Graph logró identificar hasta el 64% de las lesiones por DCF que los radiólogos humanos no habían podido localizar.
- Impacto Clínico: Al identificar la causa estructural de la epilepsia (la DCF), la cirugía se convierte en una opción realista y potencialmente curativa. En un grupo de prueba, la identificación precisa de la lesión, asistida por IA, permitió realizar cirugías, logrando que la mayoría de los niños operados quedaran completamente libres de convulsiones.
- Beneficio Económico: Además del beneficio clínico, se estima que la implementación de esta IA podría generar un ahorro significativo por paciente en los sistemas de salud, al reducir la necesidad de pruebas innecesarias, hospitalizaciones prolongadas y tratamientos farmacológicos ineficaces.
Esta innovación brinda una esperanza significativa a pacientes y especialistas, prometiendo acelerar el diagnóstico y el acceso a cirugías que pueden cambiar radicalmente la calidad de vida y el pronóstico de los niños con epilepsia.