El 29 de mayo de 2025, arqueólogos en España anunciaron el descubrimiento de la huella dactilar humana más antigua conocida, impresa en un objeto neandertal de hace aproximadamente 43.000 años. Este hallazgo, realizado en el refugio rocoso de San Lázaro en Segovia, proporciona una visión sin precedentes sobre la capacidad simbólica y artística de los neandertales.
La identificación de esta huella no solo desafía las percepciones tradicionales sobre la inteligencia y creatividad de los neandertales, sino que también amplía nuestra comprensión de la evolución del comportamiento humano.
Detalles del descubrimiento en San Lázaro
Durante excavaciones en el refugio rocoso de San Lázaro, los investigadores encontraron una piedra con una marca roja inusual. Análisis posteriores revelaron que esta marca era una huella dactilar humana, impresa con ocre rojo, un pigmento que no se encuentra naturalmente en el sitio, lo que indica que fue traído intencionalmente.
La piedra presenta tres hendiduras naturales que asemejan ojos y boca, y la huella de ocre parece representar una nariz, formando una figura facial. Este objeto podría ser la pieza de arte portátil más antigua de Europa y la única conocida pintada por neandertales.
Implicaciones para la comprensión de los neandertales
Este hallazgo proporciona evidencia directa de que los neandertales poseían capacidades simbólicas y artísticas, desafiando la idea de que eran inferiores cognitivamente a los humanos modernos. La utilización de ocre y la creación deliberada de una imagen facial sugieren una forma de expresión simbólica y posiblemente ritual.
Además, la presencia de la huella dactilar ofrece una conexión tangible con un individuo neandertal, humanizando aún más a esta especie y destacando su complejidad cultural.
Contexto arqueológico y cultural
El refugio de San Lázaro ha proporcionado numerosos hallazgos que indican una ocupación neandertal significativa. La presencia de herramientas líticas, restos de fauna y ahora este objeto simbólico, sugiere que los neandertales tenían una vida cultural rica y compleja.
Este descubrimiento se suma a una creciente lista de evidencias que muestran que los neandertales compartían muchas características culturales con los humanos modernos, incluyendo el uso de adornos, enterramientos y arte.
La identificación de la huella dactilar humana más antigua en un objeto neandertal transforma nuestra comprensión de esta especie. Lejos de ser simples y primitivos, los neandertales demostraron tener una capacidad simbólica y artística comparable a la de los humanos modernos. Este hallazgo no solo enriquece nuestro conocimiento del pasado, sino que también nos invita a reconsiderar las narrativas sobre la evolución humana y la diversidad cultural de nuestros antepasados.