Una de las cosas más emocionantes de la arqueología, es que no sabes cuándo te puedes encontrar con una pieza de un valor histórico incalculable para la ciencia y para la humanidad. Puede pasar con una moneda que encuentres en casa de tus abuelo, mientras te das un baño en una playa o caminando por las laderas de una zona rural.
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Esto último fue lo que le pasó a un par de excursionistas. Mientras hacían trekking (senderismo) por la colina de Zvičina, en la República Checa, se encontraron con un cofre que tenía, entre otras cosas, un tesoro de monedas de oro.
Los objetos encontrados en este sorprendente hallazgo tienen una elevada cotización monetaria y además cuenta con un valor histórico considerable.
La colina de Zvičina está ubicada en una región llamada Truntnov, en el nororiente de la República Checa. Suele ser el punto de encuentro de muchos senderistas, motivo por el cual resulta curioso que nadie haya encontrado antes este tesoro de monedas de oro.
Lo que se sabe es que los excursionistas encontraron el cofre y de inmediato lo hicieron llegar a las autoridades culturales de la región, para que realizaran los análisis correspondientes.
¿Qué tenía el cofre?
El sitio de National Geographic cita un informe del Museo de Bohemia Oriental, en el que se detalla que el cofre tenía 598 monedas de oro, valoradas en 300.000 euros, aproximadamente.
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Además de las monedas, había 16 pitilleras, 10 pulseras, un monedero de alambre, un peine, una cadena y una polvera.
Estos objetos tienen aproximadamente 100 años de antigüedad. Las monedas fueron acuñadas en diferentes partes de Europa y se piensa que era de unas personas que estaban huyendo de la zona, tras la ocupación Nazi, en el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
“Me quedé boquiabierto al ver el hallazgo. A juzgar por sus marcas, las monedas vinieron desde Serbia en algún momento de las décadas de 1920 y 1930, lo que convierte su llegada a Bohemia Oriental en un enigma fascinante”, dijo el especialista en numismática, Vojtěch Brádle, según el medio antes citado.
“Es difícil decir si era oro checo, alemán o judío”, comentó el director del museo, Petr Grulich.
“Es posible que después de 1921, las monedas fueran acuñadas de nuevo en las casas de la moneda locales, y solo más tarde, en circunstancias desconocidas, llegaron desde regiones de la antigua Yugoslavia a nuestro país”, añadió Brádle.
